Buzo español revela detalles del tenso rescate de los niños tailandeses
El buzo Fernando Raigal confirmó la versión de que algunos niños recibieron sedantes.
“Todo era felicidad al verlos salir”, recuerda el buzo español Fernando Raigal, que participó en el rescate de los 12 niños atrapados junto a su tutor en una cueva del norte de Tailandia.
“Mientras los trasladábamos algunos de ellos eran muy pequeños e iban sedados, pero era un alivio escuchar su respiración”, cuenta en una entrevista a EFE tras su regreso a Bangkok, donde reside desde hace unos meses.
Los niños y el entrenador recibieron sedantes “para evitar que entrarán en pánico” durante el rescate y salieron al exterior “inconscientes”, detalla.
“Recibí un aviso (la noche del domingo) por parte de un conocido y a primera hora del lunes ya estaba ayudando en la cueva”, dice el buzo, natural de Ciudad Real.
Raigal, que aprendió a bucear con el Ejército y se especializó en trabajos de alta mar, cumplió 33 años cuando estaba en el interior de la cueva, mientras contribuía a los preparativos. Ayudó a colocar los cabos que sirvieron como guía a un grupo de buzos británicos experimentados en inmersiones subterráneas y de los cuales dos encontraron a los desaparecidos en una gruta a cuatro kilómetros de profundidad el 2 de julio: habían pasado nueve días desaparecidos, sin comida y en la oscuridad.
“Tenían un camino de cinco horas de ida y vuelta. El resto permanecimos a la espera de noticias. Cuando regresaron y dijeron que los habían encontrado fue tremendo (...) La operación de búsqueda había terminado y ahora tocaba el rescate”, recuerda. Los 13 se recuperan con normalidad en un hospital y ninguno sufre de problemas graves de salud, según los partes médicos.