La Tercera

EL GRAN DESENCANTO

- Por José Miguélez Editor de Deportes

Era mentira. Natalia Duco, la mejor atleta chilena de todos los tiempos, la mejor lanzadora de peso de Sudamérica, también era mentira. Ficción, trampa. A Chile se le cayó en la mañana de ayer, de golpe y a traición, su mejor ejemplo. Su deportista más admirable. La representa­ción más exacta, o eso creíamos, de lo que supone alcanzar el éxito gracias al esfuerzo, la humildad y la superación. Y siempre con la sonrisa puesta, derrochand­o naturalida­d y encanto, predispues­ta a colaborar en lo que fuera. Nata- lia era nuestra diosa, la mejor de todas. Por eso el tamaño de la sacudida, la dimensión de la decepción, la extensión de la mancha, lo irreparabl­e del daño.

Chile se había sonrojado ya con un buen número de episodios puntuales de ese mal endémico del deporte. Pero ninguno de la estatura del que ayer lo conmocionó. El caso Lance Armstrong de Chile, su particular Marion Jones. La reedición en tierra propia de los cercanos pecados de Marta Domínguez o Alberto Contador en España, por más que ambos encontrara­n la vergonzosa complicida­d coartadist­a del personal y las autoridade­s patrias (acá, salvo el Ministerio, que amagó con algo parecido a través de un cariñoso comunicado, las demás institucio­nes marcaron distancia con la atleta). Un terremoto. Hasta la mañana de ayer, Natalia era el modelo a seguir. Hoy es el retrato a evitar.

Quedan pasos jurídicos y técnicos en el proceso antes de la condena definitiva, explicacio­nes a la falta, detalles concretos, un porqué, la transparen­cia que promete... pero poca escapatori­a. No hay medicina, solomillo, veneno o conspiraci­ón que valga de excusa. El sistema desenmasca­rado no deja margen. Todo lo más el consuelo vacío de que la culpa sea de otro: el engaño de un médico, un entrenador, uno de esos pseudofisi­os... La presión, el dinero, las becas, la fama... Toda esa basura.

Pero un suceso así (salvo que un milagro de última hora desmonte la noticia) no permite mucha más salida que el desprecio. O quizás sí, la compasión que inspira la reina querida que ha decidido perderlo todo. Natalia se ha quedado sin pasado (manchado ya para siempre de sospecha), sin presente y sin futuro. La mejor imagen del deporte chileno pisoteada. El último juguete roto. La mayor de las penas.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile