MIGRANTES, EXPULSIONES Y NO DEVOLUCIÓN
SEÑOR DIRECTOR
El principio de no devolución se encuentra consagrado en el Art. 33.1 (1) de la Convención de Viena sobre el Estatuto de los Refugiados : “Ningún Estado parte podrá, por expulsión o devolución, poner en modo alguno a un refugiado en las fronteras de los territorios donde su vida o su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social, o de sus opiniones políticas”.
La convención se refiere sólo a casos de refugio y solicitantes de protección internacional. Sin embargo, desde entonces y entendiendo que la no devolución es una forma de garantizar varios derechos fundamentales ha sido recogido, de manera general para todo extranjero por otras relevantes convenciones como la Americana de Derechos Humanos.
Hoy el principio de no devolución, para todas las personas y no sólo para solicitantes de refugio y refugiados, se entiende como un principio general de derechos humanos y como una norma del ius cogens, relevando su carácter perentorio, esto es, que no admite exclusión ni alteración de su contenido.
Chile lo ha entendido así en el proceso de negociación del Pacto Global en Migraciones de Naciones Unidas, donde junto a otros estados han empujado que este principio quede reconocido en el Pacto para todo migrante.
No nos confundamos. Nunca el principio de “no devolución” ha impedido la implementación de expulsiones de personas migrantes. A lo que obliga es a velar que antes de ejecutar la devo- lución o expulsión exista un examen individual, no masivo, que se garantice el debido proceso, y lo más importante, que se tenga en cuenta la integridad y seguridad de esa persona en el lugar y bajo la autoridad a la que se devolverá.
Construir una regulación migratoria basada en derechos humanos exige reconocerlos y expandirlos, no acotarlos, lo cual sería regresivo respecto al reconocimiento que ya tiene en tratados que son parte de nuestro cuerpo normativo.
Es justamente el reconocimiento de sus derechos lo que permite a los migrantes volverse un aporte a la sociedad. Pablo Valenzuela Víctor Hugo Lagos
Servicio Jesuita a Migrantes