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La filtración a los medios de comunicación de una carta que el exobispo de Rancagua, Alejandro Goic, le habría enviado en junio de 2013 al cardenal Ricardo Ezzati donde señalaba que “ayer no teníamos la conciencia de hoy, manteníamos en silencio estos abusos de menores, decíamos que eran debilidades humanas, se trasladaba a otros lugares a los sacerdotes. Hoy eso se acabó, gracias a Dios. Tenemos consciencia de que no solo es un pecado gravísimo, sino también un delito ante la ley civil. Nadie hoy puede mantener en silencio los abusos de menores. Quien lo hace se pone en situación de terceros y también de cómplices”, generó la reacción por parte del mismo remitente.
El obispo emérito de Rancagua envió un comunicado en el que asegura que “el documento publicado corresponde al texto borrador de una carta privada que preparé para el Sr. Arzobispo de Santiago en su momento y que archivé en las carpetas del computador de la Curia Diocesana. Nunca hice entrega ni envié ese documento a su destinatario, porque después tuve la oportunidad de hablar directamente con él sobre su contenido”.
Y agregó que el documento estaba en poder de la fiscalía desde el allanamiento en la Diócesis y manifestó su molestia por la publicación de “documentos privados que fueron entregados a la justicia, bajo la reserva y confidencialidad que una investigación judicial en desarrollo conlleva”.
Goic reiteró su disposición de colaborar con la justicia.