La UC se olvida de ganar
El cuadro de Beñat suma su quinta igualdad consecutiva y comienza a ceder terreno en la lucha por el liderato.
La UC se olvidó de ganar. Y lo que es peor, comienza a perder la supremacía del torneo que tanto disfrutó en la primera rueda. No solo dejó de ser el líder exclusivo, sino que pareció perder el libreto que tan buenos resultados le dio en el inicio del certamen. Es cierto que no pierde, pero tampoco sabe romper la resistencia rival, al punto de que su último éxito en el torneo fue el 5 de mayo ante Huachipato. Una eternidad.
Tal como la semana pasada, el elenco cruzado durmió una larga siesta en el lapso inicial. Así, arrancó mejor Palestino, presionando en la salida a la UC. La dupla FaríasFernández imponía los términos en el mediocampo y a partir de ahí el cuadro árabe comenzó a generar peligro. César Cortés tenía libertad de movimientos a espaldas de Aued y Fuentes, lo que facilitaba la transición rápida en ataque. El dominio territorial, eso sí, no se traducía en demasiadas ocasiones de gol, pero el partido se jugaba cerca del área de Dituro.
La UC no le encontraba la vuelta al compromiso y solo la habilidad de Buonanotte le permitía asomarse en campo rival. La presencia de Sáez en ataque pasaba desapercibida, tal como en su reestreno en Chile ante Iquique. El delantero nunca estuvo cómodo en La Cisterna, al punto de que nunca pudo ganar siquiera un duelo aéreo en zona de riesgo. Para colmo, jamás recibió balones con ventaja como para evaluar su capacidad de definición.
Así como el elenco cruzado no sabía cómo hacer daño, Palestino tenía claro que debía insistir por los costados. Muñoz y Barrientos ganaban los duelos individuales, con la ayuda permanente de los laterales. Justamente, un centro desde la izquierda de Diego Torres encontró la cabeza de Matías Campos para abrir el marcador. Muy buenos movimientos en ataque del elenco árabe, que desnudaron lo feble que estaba el fondo universitario. Aquello que se le reconoció tanto a Beñat San José en el primer semestre, su buena labor defensiva, desapareció. Y en el peor momento.
La apertura de la cuenta no despertó a la UC. Todo lo contrario. Agudizó sus problemas futbolísticos. No aparecía en ataque y sufría con cada contragolpe de Palestino, que pudo haber liquidado temprano el partido, pero falló en el último pase. Estaba instalada la sensación de que venía el segundo tanto del local. Pero llegó el descanso y el partido se reordenó. Porque el local sintió el esfuerzo del primer lapso y porque Buonanotte comenzó a tener más presencia. Precisamente, el argentino anotaría la igualdad rápidamente con un derechazo ajustado a la entrada del área.
Palestino no tenía espacios para hacer daño, Cortés no tenía influencia en el juego y Farías sentía el cansancio y ya no recuperaba en el campo rival. La UC parecía más cómoda con el trámite. Pero en un contragolpe muy bien armado por Torres, otra vez Campos aprovechó un balón suelto en el área y clavó un derechazo que volvía a poner en ventaja a los locales. Vuelta a remar contra la corriente el equipo de Beñat, con toda la presión encima.
El técnico español hizo ingresar a Valencia para sumarle una compañía a Sáez, quien requería más hombres en el área. Y fue el joven delantero el autor intelectual de la igualdad, con un carrerón que en su génesis parecía irregular por una posición de adelanto, que terminó en un centro preciso para el calvo ariete argentino. Sacha conectaría perfecto de cabeza para instalar la igualdad definitiva a ocho minutos del final. Un punto, el quinto consecutivo, que a la postre le sabe poco a la UC, que en dos fecha cedió ya cuatro puntos y comienza a peder la supremacía en el torneo. El libreto de Beñat pide a gritos una modificación. ●