UNA GRAVE Y SILENCIOSA ENFERMEDAD
SEÑOR DIRECTOR
Gran preocupación se ha instalado entre científicos de Chile y el mundo por el rápido crecimiento de una grave enfermedad en nuestra población, la que silenciosamente está causando grandes estragos.
Más de cuatro millones de personas han fallecido el último año en el mundo como consecuencia de esta patología, y quienes no han muerto tienen alto riesgo de quedar discapacitados.
De hecho, son los menores quienes más han aumentado el padecimiento de este mal en los últimos años. En adultos se observa algo similar: un implacable aumento de personas afectadas año tras año, a pesar de los esfuerzos que los gobiernos están haciendo por detenerla.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta enfermedad es que puede durar años sin causar un solo síntoma. Con frecuencia las primeras molestias aparecen cuando ya es demasiado tarde, pues este mal suele atacar el corazón, el hígado o el propio cerebro.
Esta afección no es contagiosa, pero se ha vuelto tan común que muchos creen que ni siquiera es un problema, así que no hacen nada para combatirla. Lo único alentador es que este padecimiento tiene tratamiento cuando es abordado correctamente.
Depende de todos que esta patología no siga ganando terreno en nuestro país. Hoy solo una de cada cuatro personas está libre de ella en Chile. Hay que informarse y combatirla activamente.
Un último detalle. La enfermedad se llama obesidad.
Ignacio Aránguiz González
Director del Instituto para el Manejo y la Prevención de la Obesidad