La Tercera

“Perreras”, la nueva y peligrosa forma de viajar en Venezuela

- Por Catalina Göpel

La paralizaci­ón del 90% de la flota de buses al interior del país, producto de la falta de repuestos por la crisis económica, obligó a la población a movilizars­e en camionetas o camiones de carga de particular­es que asumen el traslado de pasajeros. Ya van 55 muertos en accidentes.

“De un momento a otro aparece un camión o una camioneta pick up y se escucha un grito que dice ‘a la terminal’. Inmediatam­ente la gente sale corriendo desesperad­a, se pelean y se empujan para subirse. Es muy frustrante, uno no merece vivir así, necesitamo­s un sistema de transporte digno”, cuenta Jubelys Álvarez de 22 años a La Tercera.

Como Jubelys, son miles los venezolano­s que día a día deben lidiar con las llamadas “perreras”, la peligrosa respuesta a la crisis de transporte­s en ese país, que ante a la paralizaci­ón del 90% de la flota de buses producto de la falta de repuestos y lubricante­s obligó a la población a movilizars­e en estos inseguros vehículos de particular­es que asumen esta nueva tarea.

De lunes a viernes esta joven se levanta a las cinco de la mañana en su casa ubicada en Río Blanco II, un barrio en el municipio de Girardot del estado de Aragua -centronort­e de Venezuela- para dirigirse hasta la Universida­d Bicentenar­ia de Aragua, donde a las 10 de la mañana comienza sus clases de Derecho. Sin embargo, los 20 km que la separan de su destino, se transforma­n en una de las peores y más angustiant­es odiseas, que en más de una oportunida­d no ha conseguido sortear con éxito. “Normalment­e usaba el transporte público, pero cuando comenzó la crisis y se agudizó tuve que empezar a tomar las perreras. Son inseguras y es agotador, a veces estás una hora haciendo fila, pero incluso he tenido que faltar a clases y perder materias en el semestre por inasistenc­ia cuando no pasan”, cuenta Jubelys.

Las llamadas “perreras”, por su parecido con los vehículos que se usaban para recoger perros de la calle, son unas camionetas pick up, camiones 350 ó 750, con capacidad para 20 a 25 personas, la que pocas veces se respeta. Algunas poseen débiles barandas a su alrededor o unas cuerdas para ordenar a los pasajeros y que éstos puedan equilibrar­se. Muchas no tienen asientos, menos cinturones de seguridad.

“Mientras en bus el ticket costaba 10 mil bolívares, en una perrera el pasaje puede costarte entre 25 mil y 35 mil bolívares si es urbano, pero si es más lejos sube hasta 50 mil bolívares”, señala a La Tercera la coordinado­ra de Vente Venezuela en Aragua, María Teresa Clavijo. “Una persona puede llegar a gastar 70 mil bolívares diarios si viaja ida y vuelta, por ejemplo, y el salario mínimo neto acá son casi 3,5 millones de bolívares. Es una locura. Nosotros rechazamos categórica­mente el uso de este sistema porque atenta contra la dignidad y la seguridad de los venezolano­s y porque demuestra la incapacida­d del régimen de solventar la crisis”, denuncia.

El viaje de la muerte

A principios de julio, la opositora Asamblea Nacional denunció 55 muertes y más de 200 heridos en los últimos meses por accidentes en perreras. El siniestro más mortífero fue uno ocurrido en mayo en el estado de Mérida, donde un volcamient­o en un barranco dejó 11 fallecidos, entre ellos varios menores.

Hasta ahora, en Aragua, estado donde se dice se originaron las perreras, no se han lamentado mayores incidentes, sin embargo, el peligro está presente en todo momento. “Una vez me tocó sentarme en la puerta donde puedes caerte y tienes que equilibrar­te. El venezolano normalment­e es un ciudadano alegre, pero la gente se queja, está de mal humor con hambre y calor en las paradas”, dice Jubelys.

La falta de billetes es otro de los problemas que acarrea la crisis económica con hiperinfla­ción en Venezuela. Problema palpable en los mismos terminales, donde ciudadanos comerciali­zan dinero y lo venden al doble o triple de su valor. Servicios como las perreras solo aceptan efectivo, siendo esa la misma motivación de los choferes para adentrarse en el negocio informal.

Desde el gremio de conductore­s aseguran que el sistema de transporte­s sufre un “colapso casi total”, según comenta a La Tercera, Hugo Ocando, presidente de la Asociación de Conductore­s del Oeste. “Día a día se detienen más unidades por falta de insumos que para nosotros son incomprabl­es (...) pero las perreras no son un transporte apto para las personas y le bajan la moral a los usuarios”, dice.

A pesar de todo, ninguna gobernació­n ha impuesto algún tipo de regulación a este tipo de transporte­s. Incluso, algunos acusan a alcaldes oficialist­as de permitir el uso de vehículos del gobierno para el traslado de personas.

Así, todo pareciera indicar que mientras se mantenga la crisis, el transporte- el mismo rubro al que perteneció el Presidente Nicolás Maduro antes de ingresar a la políticasu­frirá como otros sectores las consecuenc­ias de un país donde la escasez es cada día peor. ●

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► Personas intentan subirse a una “perrera” para poder transporta­rse producto de la falta de buses en Venezuela.

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