El Vaticano se sacude por dimisiones de arzobispos
El Papa aceptó ayer la dimisión del arzobispo australiano Philip Wilson, que se suma a la del cardenal McCarrick.
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Ahora fue el turno del arzobispo australiano Philip Wilson. Tras haber sido declarado culpable de encubrir abusos sexuales cometidos por un sacerdote en los años 70, el Papa Francisco aceptó ayer la renuncia del arzobispo de Adelaida, convirtiéndose así en la segunda dimisión de un cargo eclesiástico de alto perfil por su relación con los abusos sexuales en los últimos días.
Wilson, de 67 años, fue declarado culpable en mayo de no revelar abusos del sacerdote James Fletcher luego de que dos víctimas le informaran al respecto, una de ellas un monaguillo que se lo contó dentro del confesionario. El prelado, que siempre ha negado las acusaciones, anunció ese mismo mes que renunciaba a sus funciones para sopesar el veredicto.
Según la agencia Reuters, Wilson es el clérigo de mayor rango de la Iglesia Católica en el mundo declarado culpable de encubrir abusos sexuales a niños. El próximo 14 de agosto los jueces decidirán si cumple la pena en la cárcel o bajo arresto domiciliario, pues Wilson padece problemas de salud.
La de Wilson fue la segunda renuncia de un cargo eclesiástico de alto perfil por su relación con abusos sexuales en los últimos días. El Papa aceptó el sábado la dimisión del cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, a quien le impuso sanciones sin precedentes para su cargo, antes incluso del final de su juicio canónico, incluyendo la suspensión del Colegio Cardenalicio y la obligación de llevar una vida de penitencia y oración aislado de los demás, tras una investigación que consideró “creíbles” las acusaciones de abuso sexual en su contra.
McCarrick, de 88 años, era uno de los cardenales estadounidenses más destacados encargado de enfrentar la crisis de los abusos sexuales cuando estalló públicamente en el país en 2002. Desde entonces, varios seminaristas han presentado denuncias de mala conducta y acoso, mientras que otra víctima identificada solo como James ha alegado que McCarrick abusó sexualmente de él desde que tenía 11 años.
Hace pocos días, el cardenal de Boston, Sean O’Malley, titular de la Pontificia Comisión para la Defensa de los Menores y uno de los más cercanos colaboradores del Papa, publicó una nota sobre el caso McCarrick indicando que, teniendo en cuenta el caso del arzobispo emérito de Washington, “las disculpas no son suficientes”.
El hecho de que el Papa aceptara las renuncias de Wilson y McCarrick, a juicio de The Associated Press, sugiere que el Pontífice está dispuesto a mostrarse firme en este asunto antes de viajar a Irlanda el mes que viene, donde es probable que el escándalo domine la visita.
El antecedente más cercano sería el caso del cardenal escocés Keith O’Brien, quien, en vísperas del Cónclave de 2013 que eligió al Papa Bergoglio, presentó su “renuncia a los derechos y a las prerrogativas del cardenalato” después de haber sido acusado de haber abusado de tres sacerdotes y un exseminarista durante los años 80 y 90. O’Brien, que falleció en marzo de 2018, no participó en el Cónclave que eligió al Papa Francisco, pero no perdió el título cardenalicio.b