Transantiago: falla deja tarjeta bip sin recarga y anuncian multas a Sonda
Transportes informó sobre sanciones a la firma proveedora por la caída del sistema. Tampoco funcionaron las apps de información a pasajeros.
Tarjetas Bip! sin ser recargadas, nula información sobre la llegada de los servicios a los paraderos ni datos sobre dónde están ubicados los buses. Esos fueron algunos de los efectos que tuvo la caída del sistema tecnológico del Transantiago, a cargo de la empresa Sonda, la primera y mayor falla que se ha producido desde que se implementó el plan en 2011.
Ayer, los tótem de recarga de las Bip! dejaron de operar en toda la red de Metro (118 estaciones), lo que llevó a que se formaran filas de usuarios intentando activar sus tarjetas. Lo anterior se repitió en 2.871 puntos bip o pequeños negocios donde se hace este trámite, como también en los centros especiales para dicho fin. Solo se podía hacer de manera manual en las cajas del Metro. Los clientes denunciaron que la situación más compleja ocurrió en la Línea 6 y en el tren Alameda-Nos, donde no se pudieron usar las máquinas disponibles, lo que se agravó porque no hay trabajadores realizando esa tarea.
Además, el domingo pasado, las empresas del Transantiago tuvieron otro inconveniente: alrededor de las 16 horas, dejó de funcionar el denominado “sistema sinóptico”, que permite conocer dónde están ubicados los vehículos en la ciudad. Diego Muñoz, gerente de la empresa STP, explicó que la consecuencia de esta caída del servicio de Sonda lleva a que “se desconozca la frecuencia y regularidad de los buses para llegar a los paraderos”. Agregó que los operadores pagan a la firma 333 unidades de fomento anualmente para obtener en línea los datos de los GPS (Global Positioning System) de los vehículos, por lo que “tuvimos que trabajar con papel y lápiz para conocer cómo gestionar las flotas”. Añadió que esto lleva a que estén “ciegos y se vuelve complejo controlar la operación”, lo que -dijo- repercute negativamente en la calidad de servicio, pues los despachos deficientes aumentan los tiempos de espera para los pasajeros.
¿Existió un hackeo o intervención de terceros en el servicio? La ministra de Transportes, Gloria Hutt, citó ayer a representantes de Sonda para conocer qué sucedió. “No hay evidencia. Por eso esperamos un informe para que se esclarezca (...) Se cursarán las multas correspondientes”, anunció. No hay una estimación aún del monto al que ascenderán.
La secretaria de Estado añadió que la aplicación para celulares que entrega información del Transantiago para conocer la hora de llegada de los recorridos también resultó interrumpida. Planteó la necesidad de contar con nuevos proveedores del sistema tecnológico, para lo que se debe realizar una licitación. “Queremos que varias empresas estén a cargo, con el fin de que si una de ellas falla, como sucedió ahora, otras se puedan hacer cargo”, cerró.
El director del área de Ingeniería del Centro de Políticas Públicas de la U. San Sebastián, Carlos Melo, afirmó que el contrato que tiene el Estado con Sonda establece que “debe haber un sistema de respaldo en caso de cualquier problema, lo que acá no vemos que sucedió”. Añadió que la interrupción de los datos también redunda en que los descuentos que hace el Ministerio de Transportes a las empresas por mala operación “posiblemente no se podrán hacer, pues no hay antecedentes disponibles. Hay que determinar cuánta información se perdió”. Por ahora, no hay un balance de cuántas tarjetas no pudieron ser activadas o sobre los montos que implica la pérdida de validaciones. Al cierre de esta edición, los servicios de la firma seguían sin funcionar.b
“Nos importa mucho que los usuarios tengan información sobre el sistema”.
GLORIA HUTT, MINISTRA DE TRANSPORTES