El particular acto de presión del Consejo de Transparencia al Cosena
La escena de ayer en el octavo piso del Ministerio de Defensa fue atípica. Marcelo Drago, presidente del Consejo para la Transparencia, estuvo desde las 11.30 hasta las 12.00 leyendo —encerrado en un salón— documentos reservados. Se trataba de actas del Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), que fueron solicitadas en enero de este año vía Ley de Transparencia por un particular.
Estas actas datan de 1998 y 1999, específicamente durante el período en que Augusto Pinochet estuvo preso en Londres. Solamente Drago tuvo acceso a la documentación, en su calidad de presidente de la institución de Transparencia. El secretismo se mantuvo durante la conferencia de prensa posterior a su lectura de las actas, en la cual Drago se refirió a este gesto como necesario para “avanzar en romper con los secretos históricos”. No hizo alusión en ningún momento al contenido de los archivos.
Las actas que ayer revisó Drago fueron solicitadas el 29 de enero pasado, nuevamente por un particular, a quien se le negó el acceso, por lo que el 13 de febrero dicha persona presentó un recurso de amparo. Estas correspondían a las actas número 17, 18, 19 y 20 de sesiones que ocurrieron a finales de los noventa.
El 20 de marzo pasado, la Corte Suprema dictaminó que el Consejo para la Transparencia no tiene potestad sobre la documentación del Cosena. Sin embargo, desde la cartera de Defensa permitieron el acceso de Drago para revisar si esta documentación complicaba a la seguridad nacional.
Pero no todo ha sido secreto. La primera solicitud para ver las actas del Cosena fue cursada en septiembre de 2015. Una periodista pidió acceder a un grupo de documentos. Esta solicitud tuvo su final dos años después, en noviembre de 2017, cuando la Corte Suprema decretó el acceso a la documentación, que fue revisada y se dictaminó que no afectaba la seguridad nacional.b