La Tercera

Milton Juica: “Los cambios de criterio son esperables con nuevos ministros”

El exministro de la Suprema dice que “las mayorías son las que mandan” y opina que las libertades condiciona­les no deberían ser resueltas por los jueces, sino que por el Ejecutivo.

- Expresiden­te de la Corte Suprema: Milton Juica Leyla Zapata Sánchez

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El 26 de junio, el ministro Milton Juica dejó la Corte Suprema luego de 50 años de carrera en el Poder Judicial. Tras su partida, la Sala Penal del máximo tribunal -instancia que presidía- cambió el criterio a la hora de entregar beneficios a los condenados por casos de derechos humanos (DD.HH.). Mientras él lideró esta instancia, el arrepentim­iento y la colaboraci­ón eran requisitos fundamenta­les que estos sentenciad­os debían cumplir para conseguir la libertad condiciona­l.

A solo dos semanas de que se alejara de los pasillos de la Corte Suprema, la Segunda Sala Penal que ahora preside el ministro Hugo Dolmestch- dictó siete libertades condiciona­les para estos condenados. Las resolucion­es fueron cuestionad­as por los familiares de las víctimas, porque no se exigió arrepentim­iento o colaboraci­ón.

El nuevo criterio de la Corte Suprema es observado a la distancia por Juica, quien hoy pasa sus días en la Facultad de Derecho de la Universida­d Andrés Bello, donde se desempeña como director de Derecho Procesal y docente. Ayer, a la salida de una de sus cátedras, conversó con La Tercera sobre la forma en que la Corte Suprema ha fallado tras su salida.

¿Cómo ve lo que está pasando con las libertades condiciona­les? Efectivame­nte, ¿se están aplicando nuevos criterios?

Realmente perdí contacto. No es que no me interese, pero tengo otras necesidade­s ahora.

¿Pero qué le parece que ya no se considere el arrepentim­iento como un requisito?

No sé, yo no puedo opinar sobre un tema que está en discusión en este momento.

¿Esperaba este cambio una vez que usted saliera?

No. O sea, no es que no espere. Estos cambios de criterio son esperables cuando llegan nuevos ministros, es así la institucio­nalidad.

¿No le sorprendió entonces?

No, en el Poder Judicial nada puede tomarte por sorpresa, las cosas ocurren, son continente­s de cinco ministros que tienen opiniones y las mayorías son las que mandan.

¿Es necesario legislar sobre este punto del arrepentim­iento?

Frente a cuestiones jurídicas siempre hay dos opiniones y cada persona defiende su opinión en el sentido que le mejora su situación con su cliente, pero claramente que el tema de las libertades condiciona­les, en general, no era tema que tuvieran que resolver los jueces. Antes lo resolvía el Ministerio de Justicia, entonces hubo una modificaci­ón que creó lo que se llama la Comisión de Libertades Condiciona­les, formada por jueces, quienes tienen que decidir sobre las libertades condiciona­les. La Corte Suprema, en su tiempo, participó en el Congreso Nacional y opinamos desfavorab­lemente sobre eso, porque en el fondo se trataba de traspasar una responsabi­lidad que no ejercía adecuadame­nte el Ministerio de Justicia y por razones de no quemarse políticame­nte, porque otorgar la libertad condiciona­l compromete políticame­nte.

¿Entonces cuál es el tema de fondo?

Aquí el tema de fondo es que hay que legislar para que se constituya­n y se creen los tribunales de ejecución, que todo sea un procedimie­nto jurisdicci­onal con derecho a defensa, con intervenci­ón del Ministerio Público, Defensoría Penal Pública y con institucio­nes naturalmen­te mucho más instruidas en materia de reinserció­n social, porque este es un tema de reinserció­n social finalmente.

¿Cree que ese cambio en la Corte Suprema obedece precisamen­te para remecer al Ejecutivo y al Poder Legislativ­o y así generar un cambio en ese sentido?

No creo. Yo creo que es una cuestión coyuntural que se dio por una integració­n de sala y que puede variar en cualquier momento.

¿Entonces no es algo que se pudiese mantener en el tiempo?

Es decir, puede, no estoy seguro, pero también puede pasar lo contrario, porque se dan esas situacione­s, con criterios distintos se pueden modificar estas cosas.

¿Le dolió enterarse de estos fallos?

En realidad no tengo por qué sentirme dolido, si yo no soy parte interesada en los temas. Yo fui un juez independie­nte y resolvía lo que me parecía, y lo que resuelvan otras personas ya deja de tener para mí, desde el punto de vista de interés, ninguna observació­n. Académicam­ente puedo tener opinión, pero esa me la reservo.

¿Cree que estas libertades generan impunidad?

Los jueces han tratado de evitar esa impunidad, se ha hecho un gran trabajo, y me consta, de resolver muchos asuntos que estaban perdidos absolutame­nte. Se ha hecho un gran trabajo de identifica­r a los responsabl­es y han sido condenados. Ese es el trabajo que debe medirse también de lo que se ha hecho en este país por mejorar esa parte. Ahora esa es una parte adicional, porque el cumplimien­to efectivo de las penas no les correspond­e a los jueces, sino que efectivame­nte a la autoridad administra­tiva correspond­iente: Gendarmerí­a y Ministerio de Justicia. ●

CAMBIO DE CRITERIOS

“En el Poder Judicial nada puede tomarte por sorpresa. Son continente­s de cinco ministros que tienen opiniones y las mayorías mandan”.

FALTA LEGISLACIÓ­N

“Aquí el tema de fondo es que hay que legislar para que se constituya­n y se creen los tribunales de ejecución”.

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► Milton Juica, expresiden­te de la Sala Penal de la Suprema, está dedicado a la docencia.

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