“La Ley de Inteligencia no fue hecha para abordar el conflicto mapuche”
El detective aseguró que se debe reformar la legislación vigente en esta materia. Además, señaló que existe falta de coordinación entre los países de la región para abordar el fenómeno migratorio.
A partir de las 8.30 de hoy, 28 agencias de Inteligencia de 22 países se reunirán en Santiago para la decimotercera cumbre de la Comunidad Latinoamericana y del Caribe de Inteligencia Policial (Clacip). En conversación con La
Tercera, el prefecto general Manuel Leiva, jefe nacional de Inteligencia de la PDI, reconoce que son varios los temas que se abordarán en esta versión de la reunión, aunque dice que hay uno que se repite en cada una de ellas: “La criminalidad asociada al fenómeno migratorio”.
¿Cómo se da seguridad al proceso migratorio?
Hoy día hace falta un gran acuerdo regional respecto de la movilidad migrante, porque cada país está tomando salvaguardas. Estos acuerdos regionales no son del turista ni del migrante que viene a establecerse, sino del tema delictual: el crimen organizado, el narcotráfico, la trata de personas. Porque independiente del aspecto social de la migración, como país y policía nos tenemos que preocupar de la seguridad. Sabemos que no todos vienen en un espíritu de migración, hay un grupo menor que no viene a trabajar y es una amenaza para la población. El fenómeno criminal en Chile o en cualquier país no puede estar asociado al proceso migrante. El porcentaje de individuos procesados o condenados es bajísimo.
¿Las policías locales quedaron chicas?
Hoy, concebir países que trabajen de manera autónoma, independiente del sistema que usen, es imposible. En el combate contra el crimen organizado y el narcotráfico, si las policías no tienen contacto con otros países, no funciona. Un país estable políticamente es un país frágil y vulnerable para los procesos de salida de droga, por ejemplo. Hay que estar alerta y las relaciones internacionales son fundamentales.
¿Cuál es el valor de la Clacip?
Una comunidad de inteligencia organizada, como la que tenemos hoy, con 13 años de experiencia y protocolos de trabajo, nos permite intercambiar información de manera inmediata, reservada, prudente y basada en la confianza. También hay un componente ético: el fin no justifica los medios. Cada país tiene una legislación que ampara las actividades de inteligencia.
¿Ha fallado la inteligencia policial en la causa mapuche?
La Ley de Inteligencia no fue hecha para abordar el conflicto mapuche. No fue concebida para abordar un fenómeno étnico o de reivindicaciones territoriales del pueblo mapuche. Lo que sí permite es advertir situaciones y escenarios que están ocurriendo.
¿Cuáles son las carencias de la ley actual para enfrentar los hechos de violencia rural?
La Ley de Inteligencia no habla de conductas terroristas, no habla de temas indígenas ni cómo abordarlos de forma especial. Pronto entrarán al Congreso las indicaciones a la Ley Antiterrorista y la Ley de Inteligencia, necesarias por cierto, porque el escenario hace 13 años es distinto al de hoy. La legislación debe ir modernizándose. Para que una actividad de inteligencia sea moderna y eficaz, debe tener tres elementos fundamentales: uno de ellos, del cual la PDI se hace cargo un 100%, es que el personal que trabaja en Inteligencia sea altamente capacitado, profesional y competente. Lo segundo, es contar con herramientas legales adecuadas, con legislaciones modernas que permiten afrontar problemas directos. Aumentar la batería de herramientas legales para que las actividades de inteligencia tengan un marco regulatorio y de control. Porque en eso la PDI no se resta. El tercer elemento es el uso de la tecnología. El crimen organizado, el narcotráfico, también usa tecnología. Pero no hay que asustarse con eso, porque las cosas tienen regulación.
¿Cuán preparados estamos para los ciberataques?
Los ataques vienen de afuera y es un problema que tienen todos los países. Los hackers, sin importar el interés que tengan, están en todo el mundo. Ahora, cómo logro neutralizar un ciberataque que viene de Corea del Norte, China o Rusia, es muy difícil. Tanto la empresa privada en Chile como el aparataje estatal deben tomar precauciones a un nivel superior, y creo que con los últimos ataques eso se entendió.b