ROL DEL MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE
SEÑOR DIRECTOR
La grave situación ocurrida en Puchuncaví, una más en su lamentable historial como zona de sacrificio ambiental, ha desnudado las deficiencias de gestión que presenta el Ministerio de Medio Ambiente. Es pertinente recordar que hace unos meses la Contraloría rechazó el plan de descontaminación para Concón, Quinte-
ro y Puchuncaví, afirmando que dicho plan no se ajustaba a derecho, por cuanto la autoridad responsable utilizó estimaciones de emisiones máximas, por sobre las emisiones reales, lo que en la práctica implicaba que la reducción de emisiones comprometida no se produciría. Este error fue interpretado en su momento por agrupaciones de la zona como una alteración intencional del nivel de emisiones que iría en directo beneficios de las empresas contaminantes.
En paralelo a esta grave situación, se ha estado discutiendo en el Congreso la creación de un Servicio de Biodiversidad, dependiente de la misma cartera de Medio Ambiente, que se haga cargo de la administración de la totalidad de las áreas protegidas, es decir, más del 20% del territorio nacional. Si las deficiencias desnudadas en Puchuncaví son el parámetro para proyectar su futura gestión de protección de las áreas protegidas del Estado, se avizora una situación muy compleja. Ante esto, reiteramos lo que hemos afirmado en innumerables oportunidades, el Ministerio de Medio Ambiente no posee el tamaño, el despliegue territorial, la infraestructura y el financiamiento para hacerse cargo de desafíos adicionales a los que ya enfrenta. Harían bien en priorizar en su gestión la salud de los miles de habitantes de las distintas zonas de sacrificio, que claman desde hace años por una solución efectiva a sus problemas de contaminación, antes de asumir desafíos que otros servicios del Estado realizan de forma más eficiente y satisfactoria. Roberto Cornejo Presidente Nacional
Colegio de Ingenieros Forestales de Chile