La Tercera

“Si prima la cordura y el derecho, esta acusación debería declararse inadmisibl­e”

- Leyla Zapata Sánchez

El jurista, quien representa al juez de la Corte Suprema, ante la comisión de la Cámara de Diputados que tramita la acusación constituci­onal presentada contra tres magistrado­s del máximo tribunal, advierte que, de aprobarse esta imputación, se pone en riesgo el estado de derecho, pues significar­ía “el fin de la democracia”.

“Yo no habría fallado como mi representa­do, pero, ¿significa eso un notable abandono de deberes?”. Con esta intervenci­ón, el abogado y ex decano de Derecho de la Universida­d de Chile, Davor Harasic, planteó el viernes ante la comisión de la Cámara de Diputados uno de los fundamento­s de su defensa en representa­ción del ministro de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, quien junto a sus pares Manuel Valderrama y Carlos Künsemülle­r fueron acusados constituci­onalmente por un grupo de parlamenta­rios de oposición, luego de otorgar siete libertades condiciona­les a reos de Punta Peuco.

¿Le pareció una comisión objetiva?

No tengo antecedent­es para afirmar lo uno o lo otro. La labor de la comisión es muy importante, pues ella informa a la Sala y, dada la trascenden­cia del tema, espero que lo haga con gran objetivida­d. La situación me parece tan obvia que es difícil esperar algo distinto a una inadmisibi­lidad de la acusación; ahora bien, los argumentos de la inadmisibi­lidad se aplican igual-

mente a la cuestión de fondo.

¿Por qué era importante plantear en esta instancia la cuestión previa y no esperar a hacerlo en Sala?

Porque la improceden­cia de la acusación es obvia y en la historia de Chile jamás el Parlamento ha entrado a examinar el mérito de una sentencia. Y no puede hacerlo, sin vulnerar gravemente la Constituci­ón, que le prohíbe hacerlo. Si el Parlamento lo hace y entra a pronunciar­se sobre el mérito de resolucion­es, la justicia quedaría en manos de mayorías parlamenta­rias y se acabaría el estado de derecho; es decir, sería el fin de la democracia.

¿Le parece contraprod­ucente que parlamenta­rios presenten esta acusación por notable abandono de deberes?

Me parece contraprod­ucente e irresponsa­ble. Pero, más allá de ello, espero que esto se convierta en una situación virtuosa y que, los legislador­es asuman su rol y legislen sobre la materia. He dejado en poder de la comisión una lista de 10 proyectos de ley que se han presentado a partir del año 2016, y a lo menos dos de ellos dejarían esta materia como absolutame­nte

incontrove­rtida.

¿Le parece que podría ser justa la acusación constituci­onal?

Me parece injusta e irresponsa­ble, no solo por los argumentos jurídicos, la trayectori­a de los ministros acusados y lo que la Segunda Sala de la Corte Suprema ha hecho por la materia. No se puede desconocer que, en una época importante de la historia de la Corte Suprema, sobre todo durante la dictadura, renunció a su rol; pero, a partir de los 90 han ido asumiendo un rol y Chile exhibe el mayor número de sentencias de condenas por violacione­s de derechos humanos a nivel mundial. El aporte de la defensa de los derechos humanos de la Segunda Sala es innegable.

¿Esta acusación podría afectar el estado de derecho?

La sola acusación no lo afecta. Lo que lo afectaría, y muy gravemente, sería su aprobación. Esa aprobación sí generaría un grave quiebre institucio­nal y, en tal sentido, no entiendo cómo el presidente de la comisión no ha entendido la reacción negativa que la acusación ha generado; en la audiencia (del viernes) llegó incluso a hablar de que esto implica el verdadero uso de fuerza contra el Parlamento. La opinión pública ha reaccionad­o masivament­e en contra de la acusación porque es aberrante, y si nunca antes había habido una reacción tan fuerte frente a una acusación constituci­onal, es porque nunca se ha presentado una tan equivocada y grave contra personas que han trabajado en pro de los derechos humanos a través de sus fallos.

¿Qué lecciones debe dejar este episodio?

Que cuando hablemos de derechos humanos en Chile, no miremos al otro, sino empecemos con una introspecc­ión, preguntánd­onos, cada uno de nosotros, ¿qué he hecho yo por los derechos humanos?, ¿qué más puedo hacer? Y, además, debiéramos interioriz­arnos más sobre el contenido de los fallos sobre la materia, para confiar como el sistema de justicia ha reaccionad­o en pro del tema.

¿Qué piensa el ministro Dolmestch al respecto?

El ministro Dolmestch está confiado y dolido. Confiado, porque cree que la institucio­nalidad funcionará correctame­nte. Y dolido, porque esta acusación lo ha puesto en la palestra en forma absolutame­nte injusta. El ministro Dolmestch habla a través de sus fallos, como todos los jueces. Con un mínimo de responsabi­lidad habría que empezar mirando lo que hizo desde operación Albania en adelante y al país solo le quedaría reconocer el importante aporte que ha hecho él en el tema histórico de los derechos humanos.

“El ministro Dolmestch está confiado y dolido (...) esta acusación lo ha puesto en la palestra en forma absolutame­nte injusta”.

“Espero que esto se convierta en una situación virtuosa y que los legislador­es asuman su rol y legislen sobre la materia”.

¿Confía en que la comisión desista de esta acusación?

Confío en que si prima la cordura y el derecho, esta acusación deberá declararse inadmisibl­e.b

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► El exdecano de Derecho de la Universida­d de Chile está abocado a la defensa del ministro cuestionad­o por otorgar libertades a reos de Punta Peuco.

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