La disputa por el bastión del PT
Pese al buen recuerdo que el Nordeste de Brasil tiene de la gestión de Lula, que redujo la pobreza de esa región, el compañero de fórmula del petista, Fernando Haddad, es un virtual desconocido allí. Con su discurso pro-seguridad Jair Bolsonaro le está quitando votos en esa zona, donde Ciro Gomes, del PDT, también quiere dar la pelea.
El primer destino que el Partido de los Trabajadores (PT) asignó a Fernando Haddad para recorrer tras la inscripción de la candidatura de Lula el 15 agosto -la que dos semanas después fue invalidada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE)- fue el Nordeste de Brasil, el bastión electoral del petismo.
La estrategia tiene sentido. Allí el compañero de fórmula de Lula es poco conocido, como también los es en el Norte del país, otro de los feudos electorales del PT. Conscientes de ello, candidatos como Jair Bolsonaro, Marina Silva y Ciro Gomes han reforzado su presencia en esas zonas para arrebatarle votos a Haddad, quien este martes podría suceder a Lula como candidato del partido al vencerse el plazo dado por el TSE.
Pernambuco, el estado natal de Lula, forma parte de la Región Nordeste junto a Alagoas, Bahía, Ceará, Maranhão, Paraíba, Piauí, Río Grande del Norte y Sergipe. “El recuerdo positivo de sus acciones junto a los más pobres”, como comentó recientemente a La Tercera Mauro Paulino, director de la encuestadora Datafolha, explica el respaldo electoral que Lula tiene en el Nordeste. Allí la proporción de personas que vive bajo la línea de pobreza cayó a 31% en 2008, respecto del 50% de 2003, año en que empezó la gestión del petista, según la Fundación Getulio Vargas.
Pero a diferencia de Lula, el exalcalde de Sao Paulo es un virtual desconocido en el Nordeste, al punto que a Haddad allí le dicen “Andrade”, por la particular fonética de la región. Una situación que refleja la última encuesta de Datafolha, la cual revela que Haddad ostenta sus mayores índices de desconocimiento en el Nordeste y en el Norte: 51% y 54%, respectivamente. Además, otro 29% de los nordestinos afirma que lo conoce, pero “sólo de oídas”. En el Norte ese grupo suma el 26%.
Y quien busca sacar partido de esta situación es Bolsonaro, quien con su discurso pro-seguridad está seduciendo a los lulistas en el Nordeste, según Folha de Sao Paulo. “Estoy entre Lula y Bolsonaro”, dijo al diario paulista Rodrigo Silva Damacena, conductor de João Pessoa, en el estado de Paraíba, pocos días antes de que el TSE declarara inelegible al exmandatario. “Hay mucha gente que va a votar por él porque piensa que, ya que es de la policía, o algo así, va a arreglar a Brasil poniendo regla y ley”, agregó Damacena, votante del PT hasta 2014, en alusión al candidato presidencial del Partido Social Liberal (PSL), un excapitán del Ejército.
El actual escenario favorece la postura dura de Bolsonaro. Según el 12º Anuario Brasileño de Seguridad Pública, los mayores índices de muertes violentas se concentran en Río Grande del Norte y Ceará, en el Nordeste, y en Acre, en el Norte. A estos crecientes índices de inseguridad, se suman las explosiones de xenofobia en el norte de Brasil, en especial en el estado de Roraima, a raíz de la inmigración venezolana. “Brasil no puede ser un país de fronteras abiertas”, dijo el candidato de ultraderecha sobre el tema.
La estrategia de Bolsonaro parece rendir frutos, ya que según la última encuesta de Ibope el candidato del PSL aún lidera en intención de voto en la región Norte/Centro-Oeste, con un 26%. Sin embargo, cayó cuatro puntos respecto a la medición de agosto. En esa zona le sigue en respaldo Marina Silva, la candidata de Rede, quien marca un 14%. A continuación aparecen Ciro Gomes, abanderado del Partido Democrático Laboralista (PDT), con 13%, junto a Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con 10%. Recién en el quinto lugar se sitúa Haddad, que registra un 3%.
Con la salida de Lula, Gomes fue el que más subió en el Nordeste. El candidato del PDT avanzó del 14% al 20% entre los nordestinos, al mismo tiempo que Silva retrocedió del 17% al 13% y Bolsonaro subió de 13% a 15%. En la misma región, la tasa de preferencia por Haddad pasó del 5% al 8%. En el sondeo previo, Lula tenía un 60% de apoyo entre los nordestinos.
Pero en las simulaciones de disputas de segunda vuelta, el Nordeste aparece como la región más problemática para Bolsonaro. Allí, él perdería por amplio margen ante los candidatos del PDT.
“El patrón de votación de las regiones Norte y Nordeste ha sido bastante distinto en las últimas elecciones. Mientras el Nordeste se ha mantenido y hasta ampliado como una zona de votación más fuertemente petista, el Norte parece caminar más a la derecha”, explicó a La Tercera João Francisco Meira, director de la encuestadora Vox Populi.b