La U despierta a tiempo
El conjunto universitario igualó ante un voluntarioso equipo de Palestino, que mereció mejor suerte. Tras un primer tiempo para olvidar, los laicos mejoraron en el complemento y dejaron abierta la serie.
Palestino pudo matar a la Universidad de Chile, pero no supo hacerlo. El equipo árabe visitó a los laicos para iniciar las semifinales de la Copa Chile y, de entrada, desdibujó al cuadro universitario. Completando un buen primer tiempo, los de colonia exhibieron su motivación y dominaron ampliamente el encuentro. Con la actitud adecuada para la instancia en disputa, los tricolores manejaron la pelota y arrinconaron a un rival confundido, abúlico y que, en un primer tiempo para olvidar, volvió a hacer gala de una inusitada displicencia y falta de carácter.
Con la buena asociación entre Luis Jiménez, César Cortés y Roberto Gutiérrez, el conjunto árabe dominó el primer lapso y se fue al descanso imponiéndose por la diferencia mínima, pero mostrando experiencia y buen juego que, a esas altu- ras, hacía exigua su ventaja. Una opción fallada al final de la primera parte, y otra al inicio del complemento, fueron, a la larga, un factor clave del compromiso ya que, tras ser perdonado en ambas ocasiones (una con una buena intervención de Johnny Herrera), la predisposición azul cambió de manera radical.
Acaso azuzados por el incombustible aliento de sus fanáticos, por algún merecido reto de Kudelka, o por el despertar de la vergüenza deportiva, los estudiantiles entraron en sintonía con el juego, elevaron su rendimiento y mostraron sus argumentos.
Soteldo cargó con el peso ofensivo de su escuadra y, por la banda, encontró el camino del desequilibrio. El propio venezolano marcó la paridad a poco andar del segundo lapso y abrió el trámite del compromiso.
El empuje de Espinoza y la voluntad de Ubilla marcaron el camino para la U, que creció en lo anímico, aumentó su confianza y parcialmente fue dejando atrás todas las dificultades de elaboración y generación de juego que mostró en la primera mitad.
Palestino, en tanto, sintió la instensidad del lance y, a medida que avanzaba el reloj, ya no tenía capacidad para presionar y apretar sobre la zona media con el mismo ahínco del comienzo. Además, sus laterales dejaron de proyectarse en ofensiva, lo que le restó protagonismo en ataque a los de La Cisterna que, en los minutos finales, intentaron manejar el trámite para asegurar la paridad.
David Pizarro ingresó en el equipo laico para controlar mayormente el balón y administrar mejor los tiempos del compromiso. Y lo logró, aunque su presencia sirvió más para enfriar el encuentro que para ir a buscar quedarse con la victoria.
Una buena intervención más de Herrera ahogó el grito de triunfo de Palestino que, tal y como se dio el partido, mereció mejor suerte frente a un rival que especuló, cedió la iniciativa y encontró premio por algunos instantes de lucidez.
La paridad deja abierta la serie y aumenta el morbo de cara a la revancha del próximo 14 de octubre, cuando uno de los dos elencos inscriba su nombre en la final de la Copa Chile.
Los de colonia, con su propuesta definida y su ímpetu que contagia, parecen tener claro el libreto. Los universitarios, con todas sus falencias y mucho por mejorar, deberán seguir buscando el camino si quieren estar en la definición copera. ●