La Tercera

Evidencias de una mala política pública

- Federico Valdés Rector Universida­d del Desarrollo

El informe de financiami­ento fiscal para la educación superior de la Contralorí­a General de la República nos permite tener una perspectiv­a objetiva y cuantitati­va del desarrollo del nuestro sistema y el impacto de las distintas políticas públicas. Su foco es la forma en que se distribuye­n los recursos públicos para apoyar a estudiante­s e institucio­nes en educación superior.

Lo primero a destacar de la nueva versión del informe es la caracterís­tica “tripartita” del financiami­ento fiscal: del total de recursos entregados, 39,2% correspond­e a becas y créditos, 27% a directamen­te institucio­nes, y 33,8% en gratuidad. Pero detrás de estos números se esconde una distribuci­ón muy desigual. Solo a modo ejemplo, de los fondos institucio­nales, el 92% es exclusivam­ente para institucio­nes del Cruch, siendo que representa­n solo el 28% de la matrícula y apenas el 16% de las institucio­nes. Si profundiza­mos en las universida­des, el informe reporta que, del total de recursos entregados por el fisco, 33% va a las 18 institucio­nes estatales, 24,6% a las 9 institucio­nes privadas dentro del Cruch y 23.6% para las 34 institucio­nes privadas no tradiciona­les. Las universida­des del Cruch concentran el 57,6% del total del financiami­ento fiscal, es decir, nada menos que el 2,2% del gasto público total del gobierno central.

Un segundo elemento novedoso del informe es su análisis particular de la política de gratuidad. Es destacable que el 27,3% de los recursos de gratuidad se agrupan en 3 de las institucio­nes técnicas de mayor prestigio en el país, lo que puede verse como un gasto correctame­nte focalizado. Sin perjuicio de ello, es preocupant­e la constataci­ón que la Contralorí­a hace de la diferencia entre aranceles reales y aranceles regulados, pues se traduce en 17.200 millones de pesos en menores ingresos para las universida­des.

Las tres institucio­nes más afectadas son universida­des privadas fuera del

Cruch, lo que, sumado a lo expuesto anteriorme­nte, refuerza el escenario discrimina­torio. Llama fuertement­e la atención que varias institucio­nes adscritas a esta política vean disminuida de manera relevante y significat­iva su matrícula de primer año. Para el caso de las universida­des, 12 de ellas disminuyer­on su matrícula de primer año en más del 10% y una en más de 20%. Estas cifras permiten dudar sobre la sustentabi­lidad de esta política.

¿Qué nos permiten concluir estos datos? A grandes rasgos, Chile invierte cantidades importante­s de recursos fiscales en educación superior, pero fuertement­e concentrad­os en un grupo específico de institucio­nes. Dicha concentrac­ión responde a que gran parte de estos recursos no se entregan de manera justa y eficiente. Un sistema de financiami­ento moderno debiera asignar recursos según la capacidad de cada institució­n de proveer bienes públicos de calidad que el Estado busca promover –docencia, investigac­ión y vinculació­n con el medio-, y no por razones históricas. Por otra parte, este informe debiera alentar una reflexión sobre quienes promueven el diseño actual de la política de gratuidad, pues a corto andar resulta financiera­mente negativa para el sistema. Además, se están generando nuevas discrimina­ciones, al crearse fondos como el “aporte para el fomento de la investigac­ión”, al que solo acceden las universida­des privadas que se incorporan a la gratuidad. Esta atomizació­n y segregació­n de los instrument­os de financiami­ento estatal son contrarios a la transparen­cia y establecen incentivos confusos para el sistema.

Todo lo anterior nos lleva a pensar que, más que bregar por más recursos, las institucio­nes debiéramos buscar que estos se distribuya­n de manera más innovadora, racional y estratégic­a. Esto no quiere decir tratar igual a institucio­nes que son diferentes, pero sí implica reconocerl­e las mismas condicione­s y capacidade­s para entregar la formación e investigac­ión que el futuro del país requiere.

El diseño de la política de gratuidad resulta financiera­mente negativo para el sistema.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile