Exembajador de EE.UU. en Caracas aborda crisis venezolana
La expresidenta compareció ayer ante el juez por el caso “la ruta del dinero K”. Esta causa indaga el presunto lavado de US$ 60 millones durante los gobiernos kirchneristas.
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“Podrán seguir vigilando mis movimientos y los de mi familia, escuchar de manera clandestina mis conversaciones telefónicas o excavar toda la Patagonia argentina o donde mejor se les ocurra, que nunca van a encontrar nada con lo que involucrarme, porque jamás me apoderé de dinero ilícito alguno”. Con esas palabras la exPresidenta y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner rechazó, mediante un texto presentado ante el juez Sebastián Casanello, cualquier acusación vinculada con la causa conocida como “la ruta del dinero K”, que indaga la presunta expatriación y posterior repatriación de unos US$ 60 millones en un intento por legitimar esos capitales.
Muy sonriente y acompañada de unos 30 militantes kirchneristas, la exmandataria compareció ayer nuevamente ante los tribunales por esta causa de lavado de dinero, un día después de que el juez Claudio Bonadio solicitara su prisión preventiva por “asociación ilícita” en el proceso conocido como “los cuadernos de la corrupción”.
Según la acusación, la operación ocurrió entre 2010 y 2013, cuando Cristina Kirchner era Presidenta de Argentina. En la causa destaca la figura a Lazaro Báez -estrecho colaborador de Kirchner y en prisión preventiva desde 2016- acusado de blanquear millonarias sumas de dinero provenientes de obra pública en la provincia sureña de Santa Cruz, que fue adjudicada a sus empresas de construcción.
El empresario, dueño del grupo Austral, es acusado de haber brindado el “entramado societario” para captar fondos públicos y “vehiculizarlos” parcialmente a las manos “de quienes entonces eran funcionarios públicos”, en referencia a la exmandataria y otros altos cargos.
Según el diario Clarín, el empresario K aumentó considerablemente su patrimonio en pocos años. Por ejemplo, es dueño de varias decenas de departamentos, además de casas y terrenos. Entre sus propiedades figuran unos 25 campos con un total de 400.000 hectáreas en la Patagonia.
El caso se inició en 2013, aunque se viralizó en marzo de 2016, cuando un canal televisivo difundió imágenes que mostraban a Martín Báez, hijo del contratista, contando grandes sumas de dinero en las oficinas de una financiera en Buenos Aires.
En una de las propiedades de Baez en El Calafate se realizaron excavaciones hace diez días, por segunda vez en dos años, en busca de dinero enterrado en contenedores. Las pesquisas no tuvieron éxito.
“No solo desconozco por completo esta supuesta maniobra, sino que no existe ningún elemento de prueba que me vincule a la misma”, añadió la senadora.
La exPresidenta asegura, según explica France Presse, que las causas en su contra tienen como fin proscribirla de la actividad política, en la que sigue siendo la principal figura de la oposición, con 30% de apoyo en las encuestas.
En su escrito, que difundió por las redes sociales, Cristina K se comparó con el exmandatario brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, que se encuentra preso.
En respuesta a la principal acusación, Cristina Kirchner negó tener “cuentas bancarias no declaradas, ya sea sola, con Lázaro Báez o con cualquier otra persona” y añadió que todos los activos familiares “están y seguirán estando en la República Argentina y siempre fueron incorporados a nuestras declaraciones juradas impositivas, así como también a las que presentamos en nuestro carácter de funcionarios públicos. Además, por toda nuestra actividad siempre hemos pagado puntualmente los impuestos correspondientes”.
Las otras causas
La exmandataria está involucrada en siete procesos judiciales, varios de los cuales implican también el mandato de su ya fallecido esposo Néstor Kirchner (20032007). El caso más reciente y el que ha tenido mayor impacto es el llamado “los cuadernos de la corrupción”, una supuesta trama de sobornos que implica tanto a grandes empresarios de la construcción como a una docena de exfuncionarios kirchneristas.
Por esa causa, el juez Claudio Bonadio solicitó el lunes su procesamiento con prisión preventiva. Sin embargo, Cristina Kirchner solamente podría ser detenida si el Senado le retira sus fueros parlamentarios.
El juez Bonadio también había pedido en 2017 la prisión preventiva para Kirchner por el caso de presunto encubrimiento a iraníes en el atentado a la mutual judía AMIA en Buenos Aires. En aquel momento, el Senado rechazó debatir la solicitud.b