Qué frente más amplio
Por medio de la presente este contribuyente agradece reportaje “El mapa para entender al Frente Amplio”, publicado en la edición del pasado miércoles del prestigioso medio que usted dirige.
Este contribuyente lo agradece porque ha intentado en vano comprender qué motiva a estos millenials de la política a implementar, en breve tiempo, un estilo de acción que poco se distancia del expuesto por algunos de los peores representantes de nuestro atribulado escenario legislativo.
Salvo el Señor Sharp, que a diario pretende demostrarnos que no por infante es menos capaz de administrar una comuna (y quizás hasta el mismo país forme parte de sus pretensiones), del resto solo destacan controversias internas, disputas territoriales y propuestas que pretenden dejar la escoba, pero apenas levantan algo de polvo (sí, me refiero a la descartada acusación contra la Corte Suprema).
Ahora, gracias a su reportaje, me entero de que el frente es tan amplio que basta convocar a unas 200 personas (tal es el número de “militantes” de un movimiento denominado Sol) para ser parte del lote, tener opinión, vociferar, pedir reformas, votar en contra de fallos de los supremos, etc.
Sobre las definiciones para integrar este selecto club no hay muchas exigencias. Porque, de acuerdo con lo publicado, aquí conviven el “socialismo democrático” (la ideología atribuida a Revolución Democrática) con el “socialismo revolucionario” del Movimiento Autonomista. ¿Son compatibles democracia y revolución? Quizás se inspiren en la histórica y conocida experiencia mexicana que, mediante el PRI, “institucionalizó” la revolución hasta convertirla en suculento botín.
También se acepta la ideología “democrático feminista” que propugnan los 13 mil miembros de Poder, la “social democrática feminista” de la Izquierda Autónoma y la “socialista feminista” de los ya mencionados 200 militantes de Sol.
Quienes no tienen problemas para convivir con los socialismos y las revoluciones, curiosamente, son los integrantes del Partido Liberal, el cual se define como “liberal progresista”, aunque (ironías de la historia) tiene a Pedro Aguirre Cerda como referente.
La Izquierda Libertaria propugna el “socialismo libertario”, mientras que el Movimiento Democrático Popular, con 600 militantes (así me gusta, siempre números redondos) se declara “socialista latinoamericanista”, sea lo sea que eso signifique.
Mención especial para el Partido Pirata que defiende la “libertad y transparencia”, aunque de acuerdo al reportaje, opta por no informar su número de militantes. ¿Serán todos piratas? Quizás podrían aceptar a Ciudadanos.