Everton sigue creyendo
La necesidad pesó más que la ilusión en el Lucio Fariña y Everton trituró a La Calera con una contundencia impropia en un equipo que se está jugando la vida. Con 11 puntos de los últimos 15 posibles, las cuentas de la salvación comienzan a cuadrar.
Tras diez minutos de empuje local, Everton se desató con Cuevas descosiendo con su movilidad el entramado defensivo calerano y Patricio Rubio disfrazado de justiciero. No fue el mejor partido del ex delantero de la U, pero seguramente sí uno de los más inteligentes. El ariete se in- ventó un penal para que Cuevas abriera la cuenta en el 32, dejó a su adversario sin técnico en el entretiempo (Rivero se marchó expulsado tras un entrevero con el jugador), firmó el segundo tanto de su equipo y asistió en el tercero. En resumen, desequilibró.
Tres llegadas acumularon los pupilos de Torrente en un lapso de cinco minutos hacia el ecuador del primer acto. Y en las tres reclamaron penal. Gamboa, que había desestimado las dos primeras, acabó cobrando la tercera, en honor a la verdad la que menos lo parecía: una caída de Rubio ante Salinas tras un contacto muy leve.
Con ventaja visitante y un remate de Andía a la madera que puso un punto de suspenso, se alcanzó el descanso. Pero en el complemento el encuentro se rompió. Rubio firmó el 0-2 y los ruleteros terminaron de liquidar a su oponente con una goleada que refuerza su autoestima y arrebata a La Calera tres puntos vitales y quién sabe si su licencia para seguir soñando. ●