Una oportunidad y un gran desafío
El anunciado “Plan Impulso Araucanía” presentando recientemente por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, no hace más que confirmar la voluntad de la autoridad desde su campaña presidencial hasta estos primeros meses de gobierno de mantener a nuestra Región como prioridad en la agenda pública nacional.
Varios gobiernos durante las últimas dos décadas con muy buenas intenciones han generado instancias de dialogo que terminan en extensos diagnósticos y propuestas, sin ir más lejos, la recordada Mesa Asesora Presidencial liderada por el obispo Héctor Vargas y que entregó sus conclusiones a la ex Presidenta Bachelet, fue la base para dar contenido a este plan impulso, esto debido a que la mayoría de sus acuerdos fueron tomados aunando voluntades de diversos sectores representados en dicha instancia.
El ministro Moreno hace una continuidad del diálogo que se comenzó en esa mesa asesora, lo amplía y con una gran capacidad de gestión y despliegue territorial de manera presencial, que junto al trabajo territorial desplegado por el intendente Luis Mayol, logró escuchar y entender las distintas sensibilidades que conviven en La Araucanía, desde las desesperadas voces de víctimas de violencia rural que claman justicia y reparación, a las demandas del pueblo mapuche que por años de asistencialismo y la mala instalación de políticas públicas los han postergado a la pobreza y escasas posibilidades de desarrollo.
El Presidente Piñera en su discurso hace bien en comenzar señalando que la paz y la plena vigencia del estado de derecho en la Región son la base para poner en marcha cualquier plan especial. No cabe duda que sin ello no habrá inversión privada ni las confianzas que se necesitan para lograr la asociatividad y la reactivación de la región hasta ahora más postergada de
Chile.
La etapa que sigue es el comienzo de este desafío que nos involucra a todos. El gobierno a cumplir con las altas expectativas que se han generado en torno a sus propuestas, los gremios y sectores productivos a subirse al carro de la reactivación de la economía regional, la sociedad civil y el pueblo mapuche a ser propositivos y a actuar con altura de miras ante esta oportunidad que se presenta y que beneficiará a todos los habitantes de nuestra querida Araucanía. Es importante recalcar que la inversión pública que se propone ejecutar en la Región y la inversión privada que se busca atraer con una serie de mecanismos de fomento productivo, deben ser focalizados de manera estratégica y en conjunta cooperación entre los distintos entes del aparataje estatal, para que de esta forma sean proyectos detonantes de inversión, que traigan consigo un impacto real y a largo plazo y se rompa por fin el círculo vicioso de la política asistencialista que tanto daño nos ha hecho. Si queremos ser una región pionera en la fruticultura, energías renovables no convencionales y la cuna del turismo nacional, debemos partir de la base que la infraestructura, conectividad y paz social son los pilares fundamentales para lograr ese desarrollo.
Los gremios productivos de La Araucanía, principales motores de la economía, emprendimiento y desarrollo regional, nos ponemos a disposición de esta cruzada en pos del futuro de todos los habitantes de la Región, en especial de los más postergados, y valoramos que este plan aborde de forma integral, transversal e inclusiva temas que en lo inmediato podrían llevarnos al camino del ansiado desarrollo, para que nuestras futuras generaciones puedan gozar de una región en paz y llena de oportunidades. La Araucanía no puede seguir esperando.
Es el comienzo de un desafío que nos involucra a todos, gobierno, gremios y pueblo mapuche.