La Tercera

Maduro y su soledad regional

Desde el podio de la Asamblea General de la ONU, el Presidente de Venezuela fue blanco de críticas y presiones, que reflejan su creciente aislamient­o en medio de la crisis en su país.

- Por Catalina Göpel

Cuando el reloj marcaba las 13:16 del miércoles, aterrizaba de manera sorpresiva en Nueva York el avión presidenci­al de Venezuela. En su interior, vestido con camisa blanca y corbata roja, Nicolás Maduro, junto a su esposa, Cilia Flores -sancionada el día anterior por el Departamen­to del Tesoro de Estados Unidos- encendían las alarmas de lo que se preveía sería una tensa jornada en ese país. “Vengo a la Asamblea General de Naciones Unidas a defender la verdad de Venezuela. A traer la voz de nuestra patria”, dijo en un video de 53 segundos grabado al interior de la aeronave, con una imagen de Simón Bolívar de fondo, que fue difundido a través de la propia cuenta de Twitter del mandatario.

La recepción no contó con protocolos ni honores de la Casa Blanca. Pero no era de extrañar. En una muestra de la tensión con Washington, 24 horas antes de su arribo a Nueva York el propio Presidente Donald Trump había señalado que el gobierno chavista “podría ser derrocado muy fácilmente”. Los rumores de un cara a cara entre ambos líderes cobraban fuerza, tanto así que medios como la colombiana Radio Caracol confirmaro­n la cita para las 16:00 de ese día. Sin embargo, nada de eso sucedió.

Lo que sí aconteció en el podio de la ONU fue una lluvia de críticas de parte los líderes mundiales contra el gobierno de Maduro, producto de la aguda crisis social, política y económica en Venezuela que ha llevado a un masivo éxodo de nacionales hacia diferentes países, especialme­nte los de la región. Mauricio Macri, Iván Duque, Martín Vizcarra y Sebastián Piñera, fueron solo algunos de los mandatario­s que lanzaron dardos contra Caracas.

Pero no solo eso. Ese mismo día Chile y otros seis países, entre ellos Canadá -que se sumó a última horapidier­on de manera histórica a la Corte Penal Internacio­nal que abriera un proceso de investigac­ión contra Maduro y su gobierno por crímenes de lesa humanidad. En el escrito, los representa­ntes aseguran que el gobierno es responsabl­e de asesinato, privación de libertad, tortura, persecució­n y desaparici­ón forzada, por motivos políticos.

Esta ofensiva se enmarca dentro del conjunto de presiones ejercidas desde la comunidad internacio­nal sobre Venezuela, cuyo gobierno hoy se encuentra acorralado entre sanciones económicas y el rechazo diplomátic­o. Prueba del evidente aislamient­o que hoy vive el régimen chavista, y que ha escalado rápidament­e en las últimas semanas, en

las elecciones del 20 de mayo los miembros del Grupo de Lima desconocie­ron el triunfo de Maduro y llamaron a consulta a sus embajadore­s, dejando a Caracas sin representa­ción diplomátic­a.

“De pocos amigos”

Para el analista venezolano Erik del Búfalo, “el régimen de Maduro está frágil porque solo tiene el apoyo efectivo de China, porque el resto es algo más simbólico y moral”. Entre algunos de los vínculos que Venezuela mantiene, el experto menciona a Cuba, Rusia, Burundi, Corea del Norte, Egipto, Gabón, Irán, Myanmar, Sudán, Turquía y Bolivia. “Una lista de pocos amigos, de déspotas donde no hay vestigios de libertades”, asegura Del Búfalo.

Y es que en la región, el gobierno de Maduro ha visto el distanciam­iento de dos de sus tradiciona­les aliados: Ecuador y Nicaragua. En el caso de Quito, este fenómeno se ha producido especialme­nte tras la llegada al poder de Lenín Moreno, quien aprovechó su segunda alocución en la ONU para pedir una “acción continenta­l para encontrar una solución estructura­l a los problemas” de Venezuela. Managua, en tanto, se ha visto a forzado a distanciar­se producto de su propia crisis.

Pero el punto de inflexión en el vínculo de estos dos países con Caracas, que durante años fueron fieles al chavismo, ocurrió el 5 de junio en la OEA, cuanto se abstuviero­n en la votación que abrió la puerta a una posible expulsión de Venezuela del organismo. En esa ocasión, de Sudamérica solo Bolivia votó en contra de la resolución.

“No hay ningún indicio de que Maduro esté dispuesto a negociar en serio (...) y está cada día más aislado internacio­nalmente”, comenta a

La Tercera Michael Shifter, presidente de Diálogo Interameri­cano. Opinión en línea con la de Cynthia Arnson, directora del programa de América Latina del Wilson Center, quien asegura que “la soledad que vive Venezuela en el mundo occidental es casi total”. “En el caso de América Latina, los grandes países que representa­n más del 90% de la población están buscando un cambio de régimen”, sostiene.

Así, en opinión de los expertos, China, Rusia y Cuba aparecen como los aliados más importante­s para Maduro, los mismos que han señalado estar dispuestos a defender el chavismo, producto de su intereses económicos ligados al petróleo.

Por ahora, Maduro se mantiene firme en el poder haciendo oídos sordos a cualquier tipo de advertenci­a, insistiend­o en que es “víctima de una agresión permanente por parte de Estados Unidos”.b

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►Nicolás Maduro llega a la Asamblea General de la ONU, el miércoles, en Nueva York.

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