Chile ofrece a Bolivia un diálogo con condiciones tras rotundo triunfo en La Haya
El Presidente Sebastián Piñera señaló anoche que si “Bolivia sigue confundiendo aspiraciones con derechos, buena voluntad con obligaciones, o prolongando sus infundadas pretensiones sobre soberanía chilena, ese diálogo se vuelve imposible”.
Varios minutos tardó el gobierno de Evo Morales en reaccionar al fallo de la Corte internacional de Justicia de La Haya, que por amplia mayoría sentenció que no existía una obligación jurídica por parte de Chile de negociar una salida soberana al mar en favor de Bolivia.
El mandatario paceño aseguró en la capital holandesa que el fallo dejaba algunas puertas abiertas a Bolivia para insistir en su pedido a Chile para dialogar. Incluso reiteró que su país “no va a renunciar (a terminar) con su enclaustramiento”. En los hechos, sin embargo, la sentencia desarmó por completo los ocho argumentos en los que Bolivia sustentó ante los jueces una supuesta obligación de negociar.
Los magistrados de la CIJ ya habían deses-
timado en 2015, en el fallo de la excepción preliminar, el argumento de que Bolivia tuviera un derecho prexistente a un territorio soberano en el Pacífico, un argumento que hasta el día de hoy siguen repitiendo algunas autoridades bolivianas.
Ayer, sin embargo, los jueces rechazaron, además, que Chile haya generado -ya sea en un momento determinado o por acumulación de todos los esfuerzos diplomáticos que se han llevado adelante los dos paísesalgún compromiso jurídico por otorgar un acceso soberano al mar. También demolieron la argumentación, tantas veces repetida por Bolivia, de que las resoluciones de la OEA entre 1979 y 1989 que recomendaban el diálogo, fueran vinculantes para los dos países.
Bolivia, tras el fallo de La Haya quedó a merced de la disposición de Chile de restablecer un diálogo. Por lo mismo, la sentencia generó frustración en los bolivianos y también molestia, la que estaba dirigida principalmente contra el gobierno de Morales, al que acusan de haber manipulado políticamente la demanda marítima, creando falsas expectativas en los bolivianos. Un factor que, además, es visto por analistas de ese país como un duro golpe a las aspiraciones del mandatario de presentarse a una nueva reelección.
Ayer, dirigentes políticos y ex diplomáticos reclamaron al gobierno establecer una nuevo tipo de entendimiento con Chile, aunque en La Paz saben que, en esta ocasión, la pelota está en cancha contraria.