Fujimori pide evitar su prisión: “No me condenen a muerte”
A través de un video desde la clínica en la que fue internado tras la anulación del indulto, el expresidente peruano dijo que su corazón no podrá soportar volver a prisión. “No me condenen a muerte”, imploró. En medio de este vuelco, la pelea entre Keiko y Kenji se agudizó. Ambos visitaron a su padre por separado y aumentaron las recriminaciones.
Dijo que volver a la cárcel sería una “condena a muerte”, que su corazón “no lo va a soportar”, por lo que pidió que “por favor” no lo usen como “arma política porque ya no tengo fuerzas”. A través de un video de 51 segundos grabado desde la clínica en la que fue internado la tarde del miércoles tras la anulación de su indulto, Alberto Fujimori imploró al Presidente Martín Vizcarra y al Poder Judicial que “por favor no me maten”. “No me condenen a muerte, ya no doy más”, clamó el expresidente peruano, de 80 años.
En una puesta de escena con altas dosis de dramatismo, vista tantas veces por los peruanos, Fujimori rechazó la resolución de la Corte Suprema que lo dejó a un paso de volver a prisión, para continuar cumpliendo su condena a 25 años por violaciones a los derechos humanos durante su gobierno (1990-2000). La anulación del indulto se basó, entre otras materias, en irregularidades en los informes médicos de Fujimori.
El exgobernante llevaba casi nueve meses libre, en una cómoda casa en el barrio limeño de La Molina, gracias al indulto otorgado por el entonces Presidente Pedro Pablo Kuczynski. Apenas se emitió una orden para detenerlo, su hijo Kenji lo subió a una ambulancia y lo llevó a una clínica en Pueblo Libre.
En la madrugada se difundieron las primeras imágenes de Fujimori en la clínica, que daban la idea de que el exmandatario casi que estaba al borde de la muerte, y más tarde se conoció el video. La razón para internarlo fue la “descompensación” que habría sufrido cuando se enteró que debía volver a la cárcel. “Mi corazón y mi alma están destrozados”, comentó Kenji.
En Perú sostienen que Fujimori ya está en condiciones de ser arrestado y que sólo se espera el alta médica. Hasta ayer era probable que reingresara al penal Barbadillo en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes). Ahí, en el distrito limeño de Ate Vitarte, el expresidente era el único inquilino de un recinto penal con jardín para cultivar flores, un microclima templado y una habitación de 50 metros cuadrados.
“Es extremadamente doloroso saber que un juez le ha quitado la libertad a mi padre”. KEIKO FUJIMORI LÍDER DE FUERZA POPULAR
“Si mi padre regresa a la cárcel jamás se lo perdonaré a Fuerza Popular”. KENJI FUJIMORI CONGRESISTA SUSPENDIDO
Pelea a muerte
Mientras Fujimori intentaba hacerse el ánimo para regresar a la cárcel pese a la apelación que presentó su defensa, sus hijos Keiko y Kenji protagonizaban una “guerra civil”, comparada en Perú con House of Cards, Los Soprano y el Rey Lear de Shakespeare. Ambos visitaron a su padre, pero por separado.
Los hermanos están peleados porque Kenji salvó a PPK del pedido de vacancia en diciembre a cambio del indulto, lo que provocó una fractura en el partido Fuerza Popular, liderado por Keiko. A su vez, la hija de Fujimori siempre se opuso al indulto y esa es la percepción que reina entre los peruanos.
La guerra fratricida se profundizó una vez que el círculo keikista difundió unos videos en marzo que revelaban la compra de votos entre congresistas “kenjistas” y el gobierno de PPK. Esto provocó la renuncia de Kuczynski y la posterior expulsión de Kenji del partido. Por eso, una parte del fujimorismo, como el exabogado de Fujimori, César Nakasaki, culpan a Keiko de la anulación del indulto por haber torpedeado la gestión de PPK.
Keiko lloró por primera vez ante las cámaras por la situación de su padre, pero Nakasaki dijo que ya era tarde, que podría haberse quebrado antes, mucho antes.b