Pajarito se queda atrás
El volante cada vez está más relegado. Por esta razón, su ánimo no es el mejor y eso también lo nota el cuerpo técnico durante los entrenamientos.
El ánimo de Jaime Valdés no es el mejor. Su situación en la cancha está lejos de ser la que tenía a principios de temporada cuando era titular indiscutido. Hoy es suplente y en algunos casos ni siquiera citado, como sucedió frente a la UC la semana pasada. De hecho, el jugador de 37 años expresó su descontento por la decisión.
Frente a Palmeiras, en Sao Paulo, en un momento el partido se dio favorable para su ingreso. Sin embargo, el entrenador Héctor Tapia reconoció que se inclinó por otros jugadores debido al cansancio del equipo.
En el cuerpo técnico no están conformes con la actitud de Pajarito y la relación se ha enfriado. “Es un tema más profundo lo que sucede con él. Gran parte de las expresiones del ser humano no son habladas, son corporales. Es especial”, confidencian en el club, para explicar el presente del volante.
Hace unos meses, el mediocampista, de buenos pasos por Italia y Portugal, ya había realizado un amago de retiro. “Autocrítica acá va... fue el semestre más bajo desde que llegué, por eso estoy listo (con el corazón roto) a dar un paso al costado!!”, escribió en su cuenta de Instagram a fines de mayo.
En ese momento, luego de un viaje a Europa y un largo período de reflexión, Pajarito comunicó su continuidad en el club. Sin embargo, ha tenido pocas oportunidades y su rendimiento ha sido oscilante, lo que no le ha permitido consolidarse.
El partido de mañana ante Unión Española aparece como una nueva oportunidad para tener minutos, debido a las numerosas bajas que tendrá el Cacique. Sin embargo, Tapia no lo tiene considerado entre los titulares, al menos por lo que se vislumbró ayer.
Valdés tiene contrato hasta fines de 2019, por lo que cualquier salida deberá ser negociada con el club, ya sea para retirarse inmediatamente o jugar una temporada en Palestino, el club que lo formó.