Senado de EE.UU. confirma a Kavanaugh
El nominado del Presidente Trump para el alto tribunal, acusado de una agresión sexual en 1982, obtuvo la mayoría de votos favorables, 50 contra 48. Con esto, se ratifica el giro conservador de la Corte estadounidense.
El Senado de Estados Unidos confirmó ayer por una estrecha mayoría de 50 a 48 al juez conservador Brett Kavanaugh como nuevo miembro vitalicio de la Corte Suprema en medio de una descomunal polémica por las acusaciones de abuso sexual que pesan sobre el magistrado. El nombramiento de Kavanaugh culmina el giro a la derecha de la más alta instancia judicial estadounidense, crucial para la sociedad por sentencias como la del aborto o el matrimonio gay, y deja herido al movimiento Metoo contra el acoso, salpicado por la lucha partidista de esta batalla.
“Aplaudo y felicito al Senado de Estados Unidos por confirmar a nuestro gran candidato, el juez Brett Kavanaugh, ante la Corte Suprema. ¡Muy emocionante!”, tuiteó ayer Trump.
El proceso de confirmación de Kavanaugh, un juez federal de apelaciones de Washington de 53 años, proseguía su curso normal dentro de la batalla política habitual hasta el pasado 13 de septiem51 bre por la noche, cuando la senadora demócrata Dianne Feinstein anunció en un escueto mensaje en Twitter que había trasladado al FBI “información” sobre Kavanaugh procedente de un “individuo” que reclamaba confidencialidad. A la mañana siguiente, la bomba estalló en la revista The New Yorker: esa información consistía en el relato de una mujer que aseguraba que el aspirante al Supremo la había intentado violar más de tres décadas atrás, cuando ambos eran adolescentes.
La profesora universitaria Christine Blasey Ford, hoy de años, y Kavanaugh, acabaron testificando dos semanas después ante el Comité de Justicia del Senado. Para entonces, al menos dos mujeres más, Deborah Ramirez y Julie Swetnick, le habían acusado de otros abusos de mayor o menor gravedad. El juez lo desmentía todo con rotundidad. Estados Unidos revivía de repente septiembre de 1991, cuando la Cámara alta escuchó el testimonio de otra mujer, Anita Hill, que señalaba a un entonces candidato al Supremo, Clarence Thomas, de acoso continuado. La profesora Ford no ha recibido el mismo trato que Hill dentro de la Cámara, pero el desenlace no ha variado: Thomas es hoy magistrado del Supremo y Kavanaugh, también.
La confirmación de Kavanaugh culminará el giro conservador en la Suprema, con cinco miembros considerados como tal y cuatro progresistas. Kavanaugh sustituye a un conservador, pero más moderado, Anthony Kennedy, que se jubiló.
Un estrecho margen
El juez salió adelante con el apoyo de 50 senadores y el rechazo de 48 entre gritos de manifestantes y tras una noche wagneriana, que los demócratas pasaron en vela dentro de la Cámara, leyendo en voz alta cartas de mujeres víctimas de abusos y fragmentos de la declaración del Ford. Y en medio de todo ese dramatismo, la republicana Lisa Murkowski, de Alaska, se despachó de repente con una decisión muy de andar por casa: iba a ser la única de su partido en votar contra Kavanaugh, pero acabó retirando su voto para que un compañero de filas, el senador por Oregon Steve Daines, pudiese asistir a la boda de su hija y perderse la sesión. La abstención de Murkowski compensó la ausencia de Daines. Así, votaron a favor prácticamente todos los republicanos, 48 de los 51 que hay en la Cámara, además un demócrata, Joe Manchin, de Virginia Occidental.
Lo estrecho del margen supone una anomalía en el nombramiento de un cargo tan relevante para la sociedad estadounidense. Hay que retroceder a 1881 para encontrarse con un juez confirmado con menos diferencia, Stanley Matthews (24-23). Otros obtuvieron un respaldo abrumador, como la progresista Ruth Bader Ginsburg en 1993 (96-3). Y el conservador Samuel A. Alito logró un 5842. Incluso el último nombrado, el también conservador Neil Gorsuch, salió adelante en abril de 2017 con 54 votos a favor y 45 en contra pese al clima ya muy dividido que EE .UU. vivía en las primeras semanas de gobierno de Trump.
Washington está ya acostumbrada a la crispación. Las protestas, ligadas al movimiento Metoo contra el acoso, se han sucedido desde hace días en los alrededores del Capitolio, con 300 detenidos el jueves. Este sábado tuvieron lugar concentraciones.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dejó claro este sábado que tratarán de movilizar a sus bases en las elecciones legislativas el 6 de noviembre apelando a lo sucedido esta semana. “Voten”, insistió a los votantes progresistas durante su discurso.
Los republicanos no querían correr el riesgo de perder este nombramiento, al sustituir al nominado por un perfil menos controvertido, ya que el 6 de noviembre se celebran las elecciones legislativas y podrían perder ese exiguo control del Senado. ●