Las líneas musicales del Metro
Diariamente, decenas de artistas, chilenos y extranjeros, cantan en los vagones del ferrocarril subterráneo para ganar dinero y sacar aplausos. Hay diversos ritmos y tendencias, para todos los gustos y disgustos. Acá sus historias.
Afines de agosto pasado, María Fernanda Querales (19) llegó a Santiago desde la ciudad de Cabimas, en el estado de Zulia, Venezuela, con una maleta cargada de sueños musicales. Antes, tuvo que dejar sus estudios de Ingeniería Industrial en el Instituto Universitario Politécnico (IUP) Santiago Mariño. “Fue por la situación de mi país”, dice. Y llegó a probar suerte como cantante en el Metro, donde debutó el 1 de septiembre. Al ritmo de Amy Winehouse, Bruno Mars y Christina Aguilera. Y así, en un perfecto inglés, ha cautivado a los pasajeros de la Línea 1, desde Tobalaba hasta Baquedano. “Mi primer día todos me ayudaron y me explicaron las rutas”, señala, tras lo cual enciende su parlante portátil y se cambia de vagón, para interpretar otro tema.
Como María Fernanda, muchas personas se suben a los carros del tren subterráneo para cantar y ganar algo de dinero, y también para tratar de sacar aplausos del improvisado público. Las tendencias son diversas: en la Línea 4 se escucha más folclore; en la 2 y la 4A,
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mucho rap; en la 1, música anglo, mientras que en la Línea 6 las cámaras de seguridad han inhibido la actividad. Allí no se canta.
Tendencias, multas y apoyo
Luego de cantar “Killing me softly” (“Mátame suavemente”) -versionada, entre otros, por Alicia KeysEvelyn Guerrero (30) señala que trabaja en la Línea 1 del Metro desde hace casi tres años. En ese tiempo ha aprendido a conocer los gustos musicales de los pasajeros.
“En la Línea 1, la gente escucha más, recepciona más y valora más. Pero cuando hacen transbordo a otras líneas, los pasajeros cambian de estado de ánimo”, agrega.
Evelyn señala que los debutantes en el Metro “siempre van a ir a la Línea 4 (Providencia-Puente Alto), porque es súper fácil de trabajar, cómoda en tiempo y con una acústica fabulosa, sobre todo en la superficie”.
Señala, además, que “el fuerte de la 4A son los raperos y el humor y a ellos les va súper bien”. En este tramo, que va desde La Cisterna hasta Vicuña Mackenna, los artistas tienen una lista de espera en el andén, para no toparse en el mismo carro ni el mismo tren.
Hablando de rap, en la estación Los Héroes, Bryan Flores (18) y José Miguel Figueroa (21) van a bordo de un carro. El tema que “cantan hablando” provoca reacciones a favor y otras en contra, lo que se nota en la cara y en la actitud de los pasajeros.
Una usuaria, María Lemuñir (32), precisa que “no me molesta, porque todos tienen derecho a expresarse, ya sea cantando, bailando o actuando”. En cambio, Miguel Marín (54) dice que le desagrada “porque después de un largo día de trabajo uno quiere descansar, y el ruido de los cantantes es molesto”.
Al regresar a la Línea 4 se escucha “Gracias a la vida”, de Violeta Parra, interpretada por Isabel Espoz (49), quien afirma que el folclore no ha pasado de moda, pese a la aparición de otras tendencias traídas por inmigrantes, “que ven al Metro como una panacea, por la falta de oportunidades laborales”.
Ella trabaja de lunes a sábado y además de la cantautora chilena versiona a Víctor Jara y al argentino Víctor Heredia. Todos coinciden en que además de ganar plata por trabajar en el Metro, es más seguro que hacerlo en los buses del Transantiago y en la calle, por el peligro de robos de dinero y de sus equipos musicales.
A pesar de esta apreciación, los cantantes se exponen a multas cursadas por Carabineros, que parten en 1 UTM (poco más de $ 48.000). En lo que va del 2018 se han hecho más de 10.000 erradicaciones, lo que según Paulina del Campo, gerenta de clientes y sostenibilidad de Metro, quiere decir que “se invita” a estas personas a salir de la estación, explicándoles que la actividad que realizan es ilegal. Para evitar las sanciones, algunos de esos artistas mencionan que están en grupos de WhatsApp, para alertar a sus compañeros de actividad de la presencia de guardias y carabineros en estaciones del Metro.
¿Cuánto ganan?
Lo que cada cantante gana es va- riable. Evelyn admite que puede llegar a percibir $ 20.000 en tres horas. José Miguel y Bryan estiman en $ 8.000 lo que pueden ganar en una hora. María Fernanda señala que los fines de mes puede llegar a recaudar $ 40.000, en tres horas y media.
Tras la conversación, la muchacha continúa su travesía por los vagones de la Línea 1 del Metro, entre Baquedano y Tobalaba, cantando el tema de Bruno Mars “When I was your man” (“Cuando yo era tu hombre”), a miles de kilómetros de su ciudad natal, Cabimas, situada al este del lago Maracaibo, en Venezuela.b