Maripán brilla y el Madrid entra en crisis
El Deportivo Alavés se impuso por la cuenta mínima al cuadro merengue, cuyo mal momento se agudiza.
El Alavés de Guillermo Maripán dio el gran golpe de la jornada en España. El elenco del defensor chileno se impuso como local al Real Madrid. Tras un encuentro disputado, los de Vitoria se quedaron con el triunfo en el último minuto de descuento, para alcanzar 14 puntos y ponerse transitoriamente en lo más alto de La Liga, y para acrecentar la crisis del cuadro merengue.
El zaguero chileno fue titular y estuvo sobre la cancha durante 88 minutos, siendo pieza importante en su escuadra, sobre todo ante los incontables ataques aéreos de los de Julen Lopetegui, aspecto del juego en el que el ex Universidad Católica se lució. Sobre el final del encuentro, eso sí, fue sustituido por molestias en el isquiotibial, según confirmó tras el duelo su entrendor, Abelardo Fernández. Su dolencia es preocupante, si se tiene en cuenta que, dentro de cinco días (este viernes 12 de octubre), la Selección se medirá a Perú en Miami, cita para la que Maripán está convocado.
La derrota, además de impulsar al elenco del seleccionado nacional, acrecienta los problemas del cuadro de Madrid, que parece en caída libre. En total, el conjunto blanco completa cuatro partidos sin ganar y sin marcar, y las críticas ya empiezan a surgir en torno a la labor de Lopetegui, que asume su responsabilidad por el bajo rendimiento, pero no acalla los cuestionamientos.
Las alarmas están todas activadas en el Santiago Bernabéu, donde no logran despegar en su primera temporada sin Zidane y sin Cristiano Ronaldo, cuyas sombras oscurecen más el panorama. La posesión insulsa y la falta de profundidad se han transformado en pecados imperdonables para el nuevo DT, que no encuentra el camino, pero no pierde la fe. “Soy el principal responsable de todo esto que está pasando”, dijo Lopetegui tras la derrota de ayer. “No estamos en un buen momento, pero estamos recién en octubre y nos tenemos que tranquilizar”, añadió, intentando poner mesura, aunque sin poder disimular su atribulado rostro. Y debe mejorar, pues los murmullos de los fanáticos ya hablan de su incapacidad. Y en tres semanas, asoma el Barcelona, en una nueva versión del derby. Y que, esta vez más que nunca, en Madrid tiene tintes de prueba de fuego. ●