Muere Montserrat Caballé, la gran voz española de la ópera
La soprano falleció ayer a los 85 años, tras estar internada por un problema a la vesícula. A lo largo de su carrera interpretó cerca de 90 papeles en distintas óperas.
Como una combinación de las cantantes líricas Maria Callas y Renata Tebaldi. Así describió el diario The New York Times a la soprano española Montserrat Caballé, cuando en 1965 tuvo que reemplazar a la mezzosoprano Marilyn Horne en la ópera Lucrezia Borgia, que se presentaba por esos días en el Carnegie Hall de Nueva York. En ese entonces, Caballé asomaba como una joven cantante cuya carrera aún se remitía a los teatros españoles. Sin embargo, su interpretación de la obra de Donizetti sorprendió y esa noche se transformó en uno de los hitos de su carrera a nivel internacional.
Ayer en la madrugada, Montserrat Caballé falleció a los 85 años. La diva española se encontraba internada desde mediados de septiembre en el hospital Sant Pau de Barcelona, debido a problemas a la vesícula. “Era la Caballé, la gran señora de la ópera, leyenda de la cultura universal, la mejor entre los mejores y capaz de descubrir nuevos espacios de creación con los más grandes. Su personalidad y su inigualable voz nos acompañarán siempre. Sentimos mucho su pérdida”, expresó a través de su cuenta de Twitter la Casa Real española. En tanto, el lunes se realizará el funeral en el Tanatorio de Les Corts, en Barcelona.
Reconocida como una de las voces líricas más importantes del siglo XX, Caballé nació en 1933 en Barcelona. De origen humilde, a los 11 años ingresó al Conservatorio Superior de Música del Liceo apoyada por una beca. A los 17, comenzó con sus primeras presentaciones en escenarios, donde interpretó el rol protagónico de la ópera La serva padrona de Giovanni Battista Pergolesi, en el Teatro Fortuny de Reus.
De ahí en adelante, sus presentaciones solo fueron aumentando, y su voz llegó a grandes teatros alrededor del mundo. En sus más de 50 años de trayectoria se presentó en lugares como el Metropolitan Opera, donde interpretó importantes piezas como Cossì fan tutte, de Mozart; La Traviata y Aida, de Verdi; Tosca, Madamme Butterfly, y Turandot de Puccini; Salomé de Strauss, entre otras. Un repertorio que acumula cerca de 90 papeles de diversas composiciones.
Por su gran trayectoria, Caballé fue premiada en múltiples ocasiones con distintos reconocimientos en su país, y dentro de la industria musical. En 1991 fue distinguida con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, y
en 2003 se le concedió el Premio Nacional de Música de Cataluña. Así tambien, su talento fue reconocido con el Grammy a la mejor interpretación vocal solista de música clásica, en 1969 por su album Rossini: Rarities.
Grandes colaboraciones
A lo largo de su carrera, Montserrat Caballé colabo- ró con prestigiosos directores de orquesta. Leonard Bernstein, Herbert von Karajan, Riccardo Mutti, y Claudio Abbado fueron algunas de las batutas que acompañaron a la cantante.
También cantó con otros grandes nombres de la música lírica, como Luciano Pavarotti, Josep Carreras, y Plácido Domingo, quien a través de su cuenta de Twitter expresó: “Querida Montserrat, qué increíble vida y carrera has tenido. Gracias por tu increíble voz, tu talento y el privilegio que he tenido de compartir el escenario contigo”.
Si bien el gran mérito de Montserrat Caballé fue su vasta carrera como cantante lírica, también incursionó en la música popular. La colaboración más recordada en ese aspecto es la que hizo con el vocalista de Queen, Freddie Mercury.
En 1983, la voz de la banda británica vio actuar a la soprano en el Royal Opera House de Londres. Ella interpretó la ópera Un ballo in Maschera de Verdi, y Mercury quedó fascinado. De ahí en adelante, se encargó de intentar conocerla y hacerle saber la admiración que tenía hacia ella. A principios de 1987 se conocieron en un hotel de Barcelona, mientras Mercury cantaba Exercises in free love, la canción que quería cantar con ella. Finalmente, hicieron un disco. En 1988 editaron en conjunto Barcelona, album del que se extrae la canción del mismo nombre que en 1992 fue himno oficial de los Juegos Olimpicos de Barcelona. Sin embargo, para la inauguración del encuentro no pudieron interpretarla juntos ya que Mercury había fallecido meses antes. ●