Trump pierde a otro alto cargo de gobierno
La renuncia de la embajadora de EE.UU. ante la ONU fue sorpresiva. Donald Trump dijo que no nombraría a su hija Ivanka en ese cargo para evitar acusaciones de nepotismo.
La famosa frase “¡estás despedido!”, repetida por Donald Trump en el reality show The Apprentice, recobra vida, aunque con otro matiz, cuando su administración acumula ya 37 importantes salidas de altos funcionarios desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017.
La prensa estadounidense se volvió a sorprender ayer con una nueva dimisión, esta vez, de alto calibre: nada menos que Nikki Haley, la embajadora de EE.UU. ante Naciones Unidas. Con la renuncia de Haley, Trump pierde a una de las voces femeninas más significativas y una pieza esencial en el equipo de política exterior.
A pesar de que la salida de Haley se hará efectiva a fin de año, y que el mismo Trump aseguró que la exgobernadora de Carolina del Sur le había informado hace seis meses que quería tomarse un descaso al cumplir dos años en su cargo, las especulaciones no dieron tregua sobre el momento en que se informó de la salida. Es decir, a menos de un mes de las legislativas.
Sin embargo, este tipo de rotaciones no son novedad en este mandato. Porque si bien algunas partidas han sido más polémicas que otras -por escándalos, filtraciones o enfrentamientoslas renuncias y despidos siempre traen consecuencias que en un comienzo son difíciles de prever.
Una larga lista
A menos de un mes de haber llegado al poder, Trump destituyó a la exfiscal general, Sally Yates, designada por Barack Obama en 2015 y que tuvo que dejar su puesto tras oponerse al polémico veto migratorio del Ejecutivo.
Pero los conflictos no terminaron ahí. Pronto, el entonces consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, se convirtió en el siguiente de la lista después que se supiera que mintió a funcionarios de la Casa Blanca sobre sus comunicaciones con el embajador ruso en Estados Unidos, en el marco de la trama rusa.
Más tarde se sumaron nombres como los de la exjefa de gabinete adjunta de la Casa Blanca, Katie Walsh; el exdirector del FBI, James Comey; la exconsejera adjunta de Seguridad Nacional, Kathleen Troia McFarland; el exdirector de comunicaciones de la Casa Blanca, Mike Dubke; el exsecretario de prensa, Sean Spicer y el exjefe de gabinete, Reince Priebus, entre muchos otros.
“Fue una bendición ir a la ONU con armadura todos los días y defender a Estados Unidos”, dijo Haley, sentada junto a Trump ayer en una conferencia en el Salón Oval. “Creo que tienes que ser lo suficientemente desinteresado para saber cuándo te apartas y permites que otra persona haga el trabajo”, agregó.
Rápidamente el Presidente republicano salió al paso para atajar las especulaciones sobre la renuncia y seña-
ló que esperaba que la renunciada embajadora regresara algún día en un rol diferente. “Ella ha hecho un trabajo fantástico y hemos hecho un trabajo fantástico juntos”, dijo Trump.
Por ahora, Haley descartó que su salida se haya concretado para postular a la Presidencia en 2020. De acuerdo con la prensa local, sus posibles sucesores incluyen a la exasesora adjunta de Seguridad Nacional, Dina Powell; al embajador estadounidense en Alemania, Richard Grenell e incluso a la misma Ivanka Trump. “Creo que Ivanka sería increíble”, dijo Trump, pero inmediatamente descartó la idea. “Eso no significa que vaya a nombrarla, porque me acusarían de nepotismo”, dijo.
“La renuncia de Haley probablemente no tendrá mucho impacto político”, dijo a La Tercera, John Pitney, académico del Claremont McKenna College. “Sin embargo, como mujer estadounidense de origen indio, le dio a la administración cierta apariencia de diversidad. En ese sentido, cabe destacar que una posible sucesora sería la exasesora de la Casa Blanca, Dina Powell, una mujer árabe estadounidense”, agregó.
Con todo, un análisis del The New York Times confirma cuan extraños son estos movimientos en la historia presidencial del país, ya que considerando los 21 puestos más importantes de la Casa Blanca, en sus primeros 14 meses Trump perdió nueve. En ese mismo período Obama sólo tuvo dos bajas y George W. Bush una.b