El final de Barraza: los claroscuros del policía de la transición
El excomisario de la PDI falleció la noche del lunes en el Hospital de Carabineros.
Hubo un día en el año 1996 en que el excomisario de la PDI Jorge Barraza tuvo en vilo a quienes fueron parte del círculo de hierro del gobierno de Patricio Aylwin. El polémico investigador, que falleció anoche en el Hospital de Carabineros y que estaba procesado por una causa de derechos humanos, había recopilado antecedentes sobre la identidad de Juan Gutiérrez Fischmann, “el Chele”, uno de los fundadores del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, y con esa información había logrado que el entonces ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Alfredo Pfeiffer -quien murió recientemente- reabriera un sumario en el caso de la investigación de la muerte de Jaime Guzmán y Cristián Edwards.
En La historia oculta de la transición, Ascanio Cavallo relata que se buscaba esclarecer los vínculos de los integrantes de La Oficina, la entidad de Interior a cargo de desarticular los grupos subversivos en los albores de la democracia, con integrantes del FMPR y otras organizaciones. La tesis de Barraza era que figuras como el exministro del Interior Jorge Burgos y el actual diputado Marcelo Schilling “habían trabado relaciones hasta tal punto turbias con la subversión, que incluso pudieron proteger a algunos de sus líderes para dominar a otros”.
La causa quedó en nada, pero refleja lo incómodo que fue “El Zambra” Barraza para el mundo político y la relevancia que alcanzó en la indagatoria por el crimen de Jaime Guzmán y, posteriormente, en la investigación paralela que realizó la UDI por el caso Spiniak, en que se acusaba falsamente al exsenador Jovino Novoa de ser parte de una red pederasta.
Su nombre se hizo conocido en el año 1991, cuando el director general de la Policía de Investigaciones de ese momento, Horacio Toro, lo mandató a investigar el homicidio del prefecto de Concepción Héctor Sarmiento, por parte de un comando del Movimiento Juvenil Lautaro. Barraza dio con los autores, desmanteló la estructura lautarista en la Región del Biobío y, sin muertes de por medio, aclaró la autoría de 14 homicidios y 52 asaltos.
Su vinculación a la CNI fue revelada por el exdiputado y abogado emblemático de Derechos Humanos Andrés Aylwin, también fallecido, y que entregó información acerca de que tras el golpe militar de 1973, Barraza fue asignado a los servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile y tuvo un rol protagónico en la represión contra los opositores al régimen militar.
En un proceso seguido contra el Comando Conjunto habría participado en un falso enfrentamiento ocurrido en noviembre de 1980, donde perdieron la vida dos integrantes del MIR. Por esta razón fue procesado y se ordenó su prisión preventiva. Finalmente, quedó en libertad bajo fianza.
Barraza pasó sus últimos días en el Hospital de Carabineros. Lo aquejaba un cáncer, controlado, y una enfermedad cardíaca por la que usaba un marcapasos, el cual falló. ●