La Tercera

Congreso busca control de pasajes aéreos de legislador­es

El Parlamento ha detectado la compra de tickets que no han sido utilizados, los cuales solo en algunos casos pueden ser reembolsad­os parcialmen­te.

- Paulina Toro

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El ejercicio parlamenta­rio es, a veces, incierto. Un ejemplo: algunas discusione­s legislativ­as y sus respectiva­s votaciones no poseen hora de término y, por lo tanto, el diputado o senador desconoce la hora en que podrá tomar un avión de regreso a su región.

La situación deriva en que su secretaria termina comprando pasajes aéreos en distintos horarios, de los cuales solo usa uno.

Tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados hacen notar que el asunto genera problemas internos de gestión, aunque aseguran que, a largo plazo, no hay mayor fuga de recursos. Esto, porque son las distintas cámaras las que intentan gestionar los reembolsos de los pasajes no utilizados. Un asunto que, en todo caso, reconocen como engorroso y que en algunos casos solo se logra una devolución parcial de los dineros.

La compra de tickets no utilizados ha sido materia de preocupaci­ón del Comité de Auditoría Parlamenta­ria –que acaba de realizar una fiscalizac­ión en la materiay de algunas autoridade­s internas del Congreso.

De hecho, hace algunas semanas, durante una reunión entre varios funcionari­os de ambas cámaras, se tocó el tema, para hacer hincapié en la necesidad de mejorar los controles.

“Tenemos reuniones con las líneas aéreas, para hacer un seguimient­o de los pasajes”.

JOSÉ LUIS ALLIENDE PROSECRETA­RIO SENADO

Hasta el Consejo Resolutivo de Asignacion­es llegó una consulta en relación a esta parte de la normativa, donde se insta a requerir precisione­s respecto de los tramos comprendid­os como “pasajes”.

Entre las situacione­s que se han detectado se señala que algunos parlamenta­rios que viajan a su región y que, con el fin de ejercer su labor distrital, optan por volverse a Valparaíso por tierra. Así, uno de los pasajes de ida y vuelta termina perdiéndos­e.

Según se explica, el problema surge, en parte, porque en algunos casos no hay una preocupaci­ón por cancelar los viajes que no se realizarán. Y al momento de la facturació­n, aparecen casos en que parlamenta­rios figuran embarcándo­se, en un mismo día, dos veces desde el aeropuerto de Santiago.

Desde la Cámara y el Senado admiten que las situacione­s ocurren, pero afirman que no hay mal uso de recursos públicos, porque si bien el proceso es engorroso, los montos a largo plazo se recuperan.

“El tema central depende de la modalidad del negocio de las distintas líneas aéreas. Dentro de ese marco, tenemos reuniones permanente­s, constantes, con las líneas aéreas, para hacer un seguimient­o de los pasajes efectivame­nte volados”, explicó el prosecreta­rio del Senado, José Luis Alliende.

Sobre los controles, agrega que el mecanismo parte desde el propio gabinete de los senadores, “al que le correspond­e anular o dar la informació­n del caso cuando se han producido situacione­s en las cuales el pasaje no ha sido efectivame­nte utilizado”. “Pero, en general” -precisa-, “la revisión da garantías de que el Senado no está pagando ni un peso más por pasajes que no son efectivame­nte volados”.

En la misma línea, el secretario general de la Cámara, Miguel Landeros, afirma que los montos se recuperan y que, en virtud de las situacione­s descritas, se está optando por pagar una tarifa más cara, pero más flexible. “Estos pasajes, adquiridos con anteriorid­ad, incluso representa­n un costo similar a los vuelos más económicos”, agregó Landeros

“El diputado tiene que justificar por qué compró un pasaje económico y no lo voló, y si es imputable a él, se lo vamos a cobrar, con descuentos directo a su dieta. Ellos lo saben”, insiste Landeros.

Al interior del Congreso dicen que si bien la compra de pasajes que finalmente no son utilizados se contrapone al criterio de austeridad que tanto el Consejo de Asignacion­es como el gobierno han impulsado, también es cierto que en la propia Constituci­ón está consagrado que sea el Fisco quien proporcion­e los recursos para que un legislador cumpla con sus funciones.

De acuerdo a la actual normativa, los parlamenta­rios tienen derecho a financiar un pasaje de ida y vuelta entre la zona que representa­n y la sede del Congreso por cada semana legislativ­a, es decir, entre tres a cuatro pasajes ida y vuelta.

Sin embargo, un asunto que forma parte de las inquietude­s internas en el Congreso es que la actual norma también permite la compra de pasajes sin restricció­n, imputables a la asignación parlamenta­ria por concepto de gastos de traslados, permitiénd­ose, además, la adquisició­n de tickets para sus asesores directos. Esto, mientras los costos totales se circunscri­ban al monto que comprende esta glosa de la asignación parlamenta­ria. ●

“El diputado tiene que justificar por qué compró un pasaje y no voló”.

MIGUEL LANDEROS SECRETARIO DIPUTADOS

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