Testimonio judicial contra Cox: “Imbécil, tú pensabas que te ibas a librar de mí”
“En el año 1985 conocí a este señor en una misa de campaña, que se hacía en el tiempo de aniversario del Colegio Darío Salas”. Así parte el relato que Hernán Godoy le entregó a la fiscalía, el pasado 16 de junio, respecto de los eventuales abusos del obispo emérito de La Serena, Francisco José Cox.
“Era impactante verlo, él jugaba con nosotros en el arzobispado, aunque hacía algo que era muy raro. Nos ponía un papel que decía ‘esclavo’. Nosotros no le tomábamos la importancia”, contó al ente persecutor.
El caso de Cox se ha vuelto complejo, tras la denuncia de una supuesta víctima de hechos ocurridos en Alemania. En Chile, en tanto, en los últimos meses, dos personas le han contado al Ministerio Público lo que ellos habrían vivido con el prelado en La Serena, entre 1985 y 1997. Una de ellas es Hernán Godoy. “Monseñor nos dio chipe libre para que fuéramos cuando quisiéramos, por lo que íbamos esporádicamente a comer, inclusive a veces nos daba plata. Y con el tiempo, en esas visitas empecé a ver cosas raras”, sostuvo a la fiscalía.
“Una vez me tomó junto a un amigo, tomó mi cabeza y la enterró en su axila, mientras que a mi amigo le dio un beso con lengua”, indicó.
Después, la declaración continúa con una narración, de varios párrafos, respecto de una serie de situaciones de índole sexual, las cuales involucraban a otros menores y al propio denunciante.
Godoy también dijo que el obispo enviaba cartas a su familia, sin especificar el contenido de las misivas.
En una de esas situaciones de índole sexual, en una oficina del segundo piso del obispado, Godoy recordó que él estaba temblando y que Cox le decía: “Imbécil, tú pensabas que te ibas a arrancar de mí”. Y añadió que “no lo decía en tono pesado (…), ahí me zafé y nunca más volví al arzobispado”. También indicó que “desde ese momento dejé de creer en los curas”.