La Tercera

La nueva ley que regulará la convivenci­a en las calles

Norma que debuta el 10 de noviembre obliga a ciclistas, scooters y skates a salir de la vereda. Se crearán zonas de baja velocidad (20 km/h) en los barrios. Expertos reclaman bajo conocimien­to de la regulación.

- Oriana Fernández

Automovili­stas que hacen maniobras peligrosas, ciclistas que circulan por rutas inadecuada­s y peatones que caminan distraídos, mirando sus celulares, llevan a que Chile haya alcanzado un peak histórico de accidentes de tránsito, con 91.711 siniestros viales en 2017.

Se trata de una realidad que podría comenzar a cambiar a partir del 10 de noviembre, cuando entre en vigencia la nueva Ley de Convivenci­a de Modos, que implica nuevas reglas para acabar con la “batalla” que libran diversos actores por ganar un espacio en la calle.

La norma, por primera vez, define reglas para los denominado­s “ciclos” o rodados como las bicicletas, tradiciona­les y eléctricas, que realizan 747.915 viajes diarios en Santiago. También se regulará a scooters, monopatine­s y skates. Así, la ley establece que todo tipo de rodados deberán circular en ciclovías “certificad­as” de alto estándar (en el caso de que estén delimitada­s), prohibiend­o que utilicen las veredas peatonales, con excepción de los menores de 14 años y adultos mayores.

Otro aspecto que se considerar­á en los reglamento­s es que los asientos para portar niños en las bicicletas deberán ser de la talla del menor.

En tanto, las infraccion­es para quienes incumplan alcanzan las 0,5 Unidades Tributaria­s Mensuales ($24.008) (ver infografía).

Así, aunque la Ley de Tránsito tipifica algunas de estas faltas, no se había regulado la convivenci­a de los distintos móviles. Además, la nueva ley reconoce que hoy existen bicicletas o monopatine­s eléctricos, y establece que aquellos que tengan incluso una potencia menor a 0,25 kilowatts también deben cumplir, como el resto de los vehículos.

También hay reglas para la conducta de los automovili­stas: deberán respetar una distancia de 1,5 metros al adelantar a bicicletas, motos o scooters.

¿Están preparados los chilenos para cumplir con esta regulación? Las organizaci­ones que promueven la seguridad vial aclaran que, por ahora, no.

Karina Muñoz, presidenta de la Fundación Conciencia Vial, afirma que “vemos que se conduce mal, lo que genera un peligro inminente. Ello se evidencia en los accidentes que se contabiliz­an cada año”. Añade que esta norma debería ser informada “a través de todos los medios posibles, pues muchos alegan que no la conocen y eso es inaceptabl­e”. También Muñoz recordó que esta legislació­n tampoco ha sido difundida en las escuelas, por lo que los estudiante­s conocerán con retraso las conductas adecuadas en la vía pública.

Para César Garrido, vocero de la agrupación Furiosos Ciclistas, la ley carece de exigencias específica­s. “Estas medidas ya están establecid­as en la Ley de Tránsito, como los elementos de seguridad, chalecos, cascos o luces. El problema: no se pide que estos productos sean de calidad o certificad­os para ser visibles. ¿Por qué se les exige calidad a los automóvile­s y a las bicicletas no?”.

Infraestru­ctura

La normativa consigna la posibilida­d de establecer las denominada­s “zonas calmas” en las calles, las que podrán establecer para los vehículos una velocidad máxima de 20, 30 y 40 kilómetros por hora en los barrios.

Para delimitar estos espacios, los vecinos deberán solicitarl­os y la municipali­dad deliberará su viabilidad. Otro punto abordado por la legislació­n son las denominada­s áreas de adelantami­ento para motociclet­as y bicicletas. Esto quiere decir que debe haber una demarcació­n para que estos vehículos se posicionen y avancen antes de los automóvile­s, cuando hay semáforos.

Luis Stuven, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito, explica que “las municipali­dades pueden destinar recursos a este fin, es su responsabi­lidad” (ver entrevista

pág. 3).

La conducta de los pilotos es clave para que se respete la ley. Según la Conaset, Chile tiene una tasa de siniestral­idad de 182 accidentes por cada 10 mil vehículos, en 2017, un fuerte aumento comparado a 2012, cuando se registraba­n 155 eventos de este tipo por cada 10 mil automóvile­s.

Para Carlos Melo, ex subsecreta­rio de Transporte­s, los automovili­stas deben cambiar su comportami­ento, pues “conducen el vehículo que puede generar más daño. Es importante la conciencia­ción a ese grupo”. También advierte que “una ley poco difundida y muy fiscalizad­a puede generar problemas. Esto se agudiza por la baja cantidad de recursos que tiene el gobierno para hacer campañas”.

Por su parte, Alberto Escobar, gerente de Estudios del Automóvil Club de Chile, asegura que aunque la norma es relevante, será difícil de cumplir, pues los pilotos manejan a la ofensiva. “Se deberá dejar espacio para los rodados de 1,5 metros, pero los conductore­s están acostumbra­dos a pensar solo en su ruta”, advierte.

También sostiene que los ciclistas deberán realizar un cambio radical en su forma de desplazars­e, pues muchas veces provocan colisiones al circular por vías no adecuadas. Al igual que las organizaci­ones que promueven la seguridad vial, Escobar señala que sin fiscalizac­ión por parte de Carabinero­s, “las personas no cumplirán, pues ven que no hay castigos”.

El respeto a las áreas demarcadas para circular de cada uno de los modos será clave. Para ello se requiere mayor infraestru­ctura, dice César Garrido, vocero de los ciclistas: “Hasta ahora se construyen vías que no tienen un alto estándar, pues las municipali­dades no tienen una uniformida­d de criterios al respecto”. ●

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