Hombres entre 40 y 65 años: los votantes clave de la segunda vuelta
Según estadísticas oficiales liberadas por el Servel, el grupo etario subió más de 200 mil sufragios -la mayoría varones- entre primera vuelta y el balotaje.
Es algo así como la “caja negra” de las elecciones, y permite analizar con mayor detalle los fenómenos que llevaron a los resultados. Este jueves, el Servicio Electoral liberó al público la información demográfica de los votantes de las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2017, incluyendo la segunda vuelta.
Las tendencias son interesantes, porque aunque los datos no revelan por quién votó cada nicho etario -y sería imposible hacerlo-, sí da pistas de lo que pasó. Y un análisis hecho por La Tercera muestra que un grupo fue el principal responsable del aumento de 300 mil votos entre ambas vueltas electorales: los votantes entre 40 y 65 años y, en ese grupo, en especial los hombres.
De acuerdo a las cifras del Servel, el grupo aportó 272.214 votos extra entre primera y segunda vuelta, es decir, un 81,6% de la diferencia, que fue de 333.509. Y, al interior del grupo, los nuevos hombres fueron 135.293 contra 86.619 mujeres, es decir, el 61%.
En general, el perfil de que los “nuevos votantes” fueron mayoritariamente hombres se sostiene en todos los grupos etarios: de hecho, representan el 60% de la diferencia total entre primera y segunda vuelta, y suben siete décimas su participación total, alcanzando 46,9%, lo que -en todo caso- sigue siendo menor que el total de mujeres participantes, pero es un poco más bajo que la brecha de la elección de primera vuelta en 2013.
La tendencia no fue igual en todos los segmentos etarios. Entre los menores de 30 años, por ejemplo, las estadísticas del Servel muestran una baja de votantes entre primera y segunda vuelta,
Arremetida juvenil
Sin embargo, hay un dato muy llamativo cuando la comparación electoral se hace no entre las dos elecciones de 2017, sino entre éstas y la primera vuelta presidencial de 2013, otra elección para la que el Servel proporcionó estadísticas desglosadas por edad, sexo y región de los votantes.
El dato se refiere al “zoom” de los votantes menores de 35 años y, en especial, a aquellos que están entre los 25 y los 34 años.
En ese grupo, y siempre de acuerdo a los números del Servel, hubo 140.235 mil votos más comparando el balotaje de 2017 con la primera vuelta de 2013. Es decir, el 41% del total de aumento de votos entre una elección y otra, una tendencia que también se dio en la primera vuelta del año pasado.
¿Qué quiere decir esto? Que, al parecer, los electores jóvenes se movilizaron en mayores números para el proceso eleccionario en general, lo que constituiría una noticia relevante en cuanto a la demografía a la que apuntan los candidatos.
Hay otro dato adicional: la Región Metropolitana es la que tuvo una mayor proporción de votantes jóvenes. De hecho, el 18,29% del total de sufragos en el balotaje en dicha región fue de parte de menores de 30 años.
Al interior de la región -de forma similar a lo que ocurrió en 2013-, la comunaque tuvo mayor porcentaje de ese grupo en relación al total de votos de la segunda vuelta fue Lo Barnechea (30,73%). Sin embargo, sí aparece una sorpresa: tanto Puente Alto (23,93%) como Maipú (22,75%) aparecen bastante más arriba del promedio general. Ambas son las comunas más pobladas del país, pero además fueron lugares donde Beatriz Sánchez obtuvo un fuerte respaldo en la primera vuelta de la elección presidencial.
A la vez, lo que ocurrió en la primera vuelta de 2017 respecto al mismo proceso de cuatro años antes fue que el grupo de votantes de entre 40 a 54 años bajó drásticamente su participación, disminuyendo en 273.698 votantes. Una disminución que le significó retroceder cuatro puntos porcentuales su peso en la elección: de 32,57% en noviembre de 2013 a 28,45% en los comicios realizados en el mismo mes, pero de 2017.
Con todo, el grupo recuperó terreno en la segunda vuelta, con 131.549 votantes más, aunque sin alcanzar las cifras de 2013.
El Servel hizo el análisis a través del escaneo de los libros de los locales de votación, los que tienen un código de barras que permite analizar el perfil de quiénes votaron y quiénes no, para luego disponibilizarla a nivel de comuna en su portal. ●