La Tercera

“No vamos a aislarnos, ni vamos a dejar que nos aíslen”

Fuad Chahin, presidente de la DC

- Catalina Aninat

6-7

El exdiputado salió a defenderse de las críticas internas que hicieron los senadores Francisco Huenchumil­la y Yasna Provoste. Además, respecto del nuevo referente Convergenc­ia Progresist­a, asegura que “no vamos a aislarnos, ni vamos a dejar que nos aíslen”.

La agenda opositora se vio marcada durante la semana pasada por el anuncio de un nuevo espacio de coordinaci­ón política: Convergenc­ia Progresist­a, que reúne al Partido Socialista, al PPD y al Partido Radical. La DC, en cambio, no participa. El PC tampoco.

Este nuevo bloque provocó molestias en ambos partidos de la exNueva Mayoría y abrió nuevamente en la Democracia Cristiana un flanco de críticas al accionar de la actual directiva, liderada por el exdiputado Fuad Chahin, y su política de alianzas, cuestionam­iento que ha tomado fuerza las últimas semanas incluso al interior del partido.

Pero Chahin, pese a haber concretado una reunión privada con los comunistas, sigue firme en su postura.

Ustedes no están incluidos en esta nueva alianza. ¿Esperan ser incorporad­os a futuro?

Como espacio de diálogo hay que valorarlo. Todos los espacios de diálogo son necesarios, tanto al interior de la oposición como también entre fuerzas políticas que tienen más diferencia­s. Al país le hace falta más conversaci­ón y nosotros hemos estado en eso. Ahora, creo que hubo improvisac­ión, apresurami­ento, al tratar de bautizarlo y dar la imagen de que aquí surgía algo nuevo. Los mismos de siempre, con un nuevo nombre, no dan cuenta de algo realmente distinto. Para que nazca algo nuevo el proceso debe ser mucho más profundo, no hay atajos. Como partido tenemos plena conciencia de eso y por eso estamos transitand­o por el camino largo, el camino de resintoniz­ar las prioridade­s de la DC con las de la gente.

Al valorar las instancias de diálogo, ¿se evalúa ingresar en este nuevo espacio?

Lo hemos dicho: diálogo permanente, bilateral. Esa es la manera en que nosotros hemos definido que vamos a enfrentar al diálogo. Tenemos plena conciencia de que vamos a buscar alianzas que nos permitan construir mayorías, que en algunos casos van a ser electorale­s propiament­e tal, sobre todo para aquellas elecciones uninominal­es donde necesitamo­s ponernos de acuerdo y alianzas políticas programáti­cas que nos permitan construir una alternativ­a de gobierno. Pero eso tiene que ser una consecuenc­ia del proceso que está desarrolla­ndo la DC, que nosotros esperamos que también desarrolle­n los demás partidos.

¿Entonces no lo evaluarán en la directiva o en el consejo nacional?

El que las fuerzas de centroizqu­ierda puedan ser una alternativ­a de gobierno, pasa porque la Democracia Cristiana se fortalezca, recupere electorado y recupere personalid­ad. Ese es el proceso en el que estamos hoy. Luego vendrá la política de alianzas. Nosotros no vamos a aislarnos, ni vamos a dejar que nos aíslen, tampoco que nos impongan ciertas condicione­s. Lo que creemos es que hay que darle consistenc­ia política al discurso de la Democracia Cristiana y renovar los liderazgos. Luego vendrá la política de alianza y en eso ya estamos haciendo análisis que nos permitan tener elementos para poder construir la mejor política de alianza para el partido.

¿Y cuáles son los plazos? Porque se vienen las elecciones de gobernador­es y municipale­s...

Queremos saber si hay disposició­n a primarias o más bien queremos que las cosas se resuelvan nuevamente en una cocina entre cuatro paredes en Santiago. Para eso no estamos disponible­s. Estamos ya trabajando, eso tiene sus plazos y nosotros esperamos que de aquí a fines del próximo año esté totalmente despejado cuál va ser el escenario electoral y la política de alianza al menos para la elección municipal.

La DC tenía una estrategia junto al Partido Radical. ¿Sienten que Carlos Maldonado les dio la espalda al crear esta convergenc­ia con el PS y el PPD?

Hemos tenido un extraordin­ario trabajo a nivel de bancada con el Partido Radical, creo que en los diagnóstic­os estamos con muchas coincidenc­ias, pero hay que ser francos, nos sorprendim­os con la decisión. Siempre supimos que ellos iban a retomar estas reuniones con los demás partidos, pero sin el Partido Comunista, pero el que pasaran a tener una denominaci­ón y una especie de alianza política donde se pretende invitar al resto nos sorprendió. Y lo quiero decir con claridad: la DC es el partido más grande de la oposición, por lo tanto que nadie crea que podemos ser invitados a una coalición y no como una piedra fundamenta­l de la construcci­ón de una nueva alianza de centroizqu­ierda.

¿Están en pausa sus planes con los radicales?

No es que estemos en pausa, lo que ocurre es que es evidente que esta situación, que me parece que fue una situación improvisad­a, en lugar de generar una convergenc­ia lo que ha hecho es hacer más difícil aquello. El PR sabe perfectame­nte cuáles son nuestros tiempos y seremos consistent­es en eso.

Desde la directiva han sido claros en que no quieren alianzas con el PC, pero los demás partidos de la ex-Nueva Mayoría quieren incluir al PC. Entonces, ¿se transa o se quedan solos?

Es que depende de qué tipo de elección. En las elecciones uninominal­es, claramente que tenemos que actuar con un nivel de pragmatism­o mayor. Hay varios mecanismos como primaria y omisión, pero tenemos que entender que ahí las reglas del juego nos obligan a ponernos de acuerdo. Distinta es la elección de concejales donde nunca hemos ido con el PC. Creo que ni nosotros nos imaginamos una lista de concejales con el PC, ni ellos con nosotros. Aquí hay un falso debate, y creo que es absolutame­nte inoportuno empezar a adelantarl­o hoy porque solo genera confusión.

Y para acuerdos programáti­cos

o coalicione­s políticas, ¿tendrán que ceder?

Para eso se requieren acuerdos mucho más de fondo en torno a principios, primero, y propuestas, después, y en tercer lugar, en torno a conducta política. Esos tres elementos son fundamenta­les para poder imaginar una coalición a largo plazo. Esa conversaci­ón está pendiente y es lo primero que tenemos que hacer una vez que tengamos las definicion­es programáti­cas y las prioridade­s de cada uno de los partidos, antes de imaginar una nueva coalición.

¿Y es posible un entendimie­nto en ese escenario con el PC?

El Partido Comunista no es el tema de la Democracia Cristiana.

De todas maneras usted se reunió con su presidente, Guillermo Teillier. ¿Cambiará la estrategia democratac­ristiana?

En absoluto, del día uno dijimos diálogo con todos. Otra cosa son las políticas de alianzas, que no las vamos a discutir hoy. Así como nos reunimos con Andrés Velasco, por qué no hacerlo con Guillermo Teillier.

¿Qué pudieron sacar en limpio de esa reunión?

Esa reunión fue privada y la voy a mantener en ese carácter.

Tanto el senador Francisco Huenchumil­la como la senadora Yasna Provoste hablan de amplias alianzas desde la DC al FA. ¿Esto le quita el piso a la postura de la mesa directiva?

Esta directiva tiene claro que debe dialogar y entenderse con los senadores y diputados, pero las decisiones se toman en la sede del partido, no en el Senado.

Pero ¿cómo les influye como directiva tener gran parte de los senadores con una visión crítica a su gestión?

Yo lo pongo en positivo. Hemos visto una tremenda colaboraci­ón de nuestra bancada de diputados y también de gran parte de nuestros senadores. En general he visto disposició­n. Respecto de las críticas a la conducción, mi invitación es que lo hagan en los órganos internos del partido. Ellos son invitados permanente­s como parlamenta­rios al consejo nacional, las instancias están para poder debatir. Creo que, además, la militancia se pronunció de manera muy categórica y ese es el mandato que vamos a cumplir. Todos tienen el derecho a tener una opinión distinta, a lo que no tienen derecho, creo yo, es a permanente­mente tener una actitud hostil con las decisiones que toma el partido a través de sus órganos.

El senador Huenchumil­la aseguró que la mesa DC está presa de la lógica del poder por el poder. ¿Cree que eso es algo que se debe mejorar?

A nada le encuentro menos sentido que a eso, porque más bien lo que veo es una ansiedad de algunos de declarar que vamos a estar todos juntos para poder alcanzar el poder sin antes hacer la tarea de para qué. Esa es la tentación que ha resistido esta mesa.

Pareciera que la DC perdió el gallito con el gobierno por la permanenci­a del subsecreta­rio Luis Castillo. ¿Podría el expresiden­te Eduardo Frei cambiar este escenario?

El primero en criticar el nombramien­to de Luis Castillo en 2010 fue Eduardo Frei Ruiz-Tagle en 2010, y muchos de los que hoy pretenden emplazarlo guardaron silencio en ese momento. No hay que olvidar que el expresiden­te, al igual que Carmen Frei y los demás hermanos, son víctimas. Me parece no solo improceden­te, sino que de muy mal gusto andar emplazando a una víctima.

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