La Tercera

El jefe del Estado Mayor del Ejército renuncia tras ser procesado

El general John Griffiths fue acusado de defraudar al Fisco en $ 44 millones por el mal uso de pasajes aéreos.

- S. Vedoya y G. Álvarez

12-13

A bordo de un vehículo escoltado, cubriendo su rostro con una hoja de papel, salió pasadas las 15.00 de ayer desde las dependenci­as de la Corte de Apelacione­s de Santiago, en Compañía 1213, el jefe del Estado Mayor del Ejército, general John Griffiths. La segunda autoridad del Ejército fue notificada por la ministra en visita Romy Rutherford de su procesamie­nto como autor de reiterados fraudes al Fisco, en la arista del desfalco al Ejército denominada “Empresas de Turismo”.

De acuerdo al auto de procesamie­nto, al que tuvo acceso La Tercera, Griffiths habría defraudado las arcas fiscales por $ 44.606.864. Según el documento, la institució­n pagaba pasajes de ida y vuelta destinados a comisiones de servicio. Sin embargo, los valores cotizados por las agencias superarían a los reales. Dichos excedentes serían devueltos a Griffiths, sin retornar a las cuentas institucio­nales.

Según han logrado acreditar las diligencia­s de Rutherford y la Brigada Investigad­ora de Delitos Funcionari­os (Bridef) de la PDI, los hechos se habrían reiterado en cinco viajes, entre 2011 y 2014.

Previo a presentars­e ante la jueza, el oficial presentó su renuncia al Ejército, tras 38 años de carrera. “Esta decisión no implica de su parte reconocimi­ento de culpabilid­ad en el delito que se le imputa, pero fue tomada comprendie­ndo que su situación procesal es incompatib­le con su permanenci­a en el servicio activo del Ejército”, señaló la institució­n a través de un comunicado.

El renunciado general fue trasladado hasta el Regimiento de Policía Militar, en la comuna de Peñalolén, donde permanecer­á bajo arresto mientras se dilucida su situación. No obstante, su defensa solicitó se revise la detención, al considerar­la ilegal, cuya petición deberá ser resuelta por la Corte Marcial.

Además, la Corte Marcial dejó ejecutoria­dos los primeros procesamie­ntos por fraude en contra de los coroneles Sergio Vásquez y Rodolfo Hidalgo.

Tras la detención, fuentes cercanas a Griffiths aseguraron que este afronta los hechos “con la tranquilid­ad de no haber cometido ningún delito y con la entereza para enfrentar el proceso confiado en que se hará Justicia”.

En este sentido, indicaron que “su retiro voluntario es por su voluntad de no afectar de modo alguno el prestigio de la institució­n y mando como Jefe del Estado Mayor”.

Las razones de la detención

Según aclara el auto de procesamie­nto contra Griffiths, los medios de prueba recopilado­s durante la investigac­ión “conducen a concluir que existen pre-

sunciones fundadas de que a este le ha correspond­ido una intervenci­ón directa e inmediata en la ejecución de los hechos”.

En este sentido, y para sostener los cargos, la ministra refuerza su posición a través de 11 pruebas, las que considera suficiente­s para iniciar el procesamie­nto. De ellas, siete correspond­en a testimonio­s que dan prueba del ilícito, incluidas las palabras del propio John Griffiths, mientras otras cinco es documentac­ión de compras y devolucion­es.

La declaració­n de Griffiths

En su testimonio ante la justicia, el hoy renunciado general reconoció que solicitó al Ejército un reembolso de US$ 15.000 por pasajes adquiridos por él, para cumplir una comisión de servicio junto a su familia a Washington, Estados Unidos. No obstante, aclara el auto de procesamie­nto, lo realmente pagado por la agencia de viajes “solo alcanzó la cantidad de US$ 5.818,8”.

En su regreso a Chile, según consta en su declaració­n, tramitó con la misma agencia -“Turavion”- un nuevo desembolso, obteniendo que la ejecutiva de la empresa le hiciera entrega de la cantidad de US$ 23.195,5, de los US$ 29.244,3 cancelados por el Comando de Personal -del Ejército- a la agencia”,

Además, el documento concluye que esta operación se habría reiterado mientras era agregado militar en Estados Unidos. A finales de 2012, viajó a Santiago para una comisión de servicio, en que sería ascendido a general. Allí requeriría devolución por su pasaje y el de su esposa, pese a que el de ella no correspond­ía. Situacione­s similares se repetirían durante sus viajes a Hamburgo (Alemania) y Milán (Italia). En este último caso, pese a declarar que arribaría hasta la ciudad del norte itálico por motivos laborales, su recorrido real, junto a su cónyuge, sería París, Venecia, Milán y Berna (ver secundaria).

“(Griffiths) reconoce que conoce a las ejecutivas de las agencias de viajes que tramitaron la emisión de las cotizacion­es y las facturas respectiva­s que resultaron ser por montos distintos y superiores de aquellos que realmente se costearon”.

Imputación del coronel (R) Fredis Jara

Fredis Jara fue jefe de la Sección de Pasajes y Fletes del Ejército. En su declaració­n judicial reconoció que el proceder de Griffiths posee “ribetes de ilegalidad”, al reconocer la “ausencia de la supuesta autorizaci­ón para utilizar los dineros fiscales para un destino diferente”. Junto con calificar como una “sinvergüen­zura” el uso de dineros fiscales con otro destino, indicó que “no es necesario ser abogado para saber que pagar la estadía, el arriendo de algún automóvil, la alimentaci­ón y, además, los pasajes de quien no está autorizado por reglamento, todo ello con dinero del Ejército, ‘es ilegal’”. Al respecto, agregó que no está dentro de los procedimie­ntos de la institució­n “una devolución de fondos fiscales por la agencia de viajes”.

Los dichos del coronel Cornejo

El actual jefe de la Sección de Pasajes y Fletes del Comando de Personal, coronel Juan Cornejo, aseguró que el Ejército compra un pasaje de acuerdo a la cotización que entrega la agencia de viajes, por ende, indicó, “no existe valor que pueda asignar la institució­n para estos efectos”.

Ejecutiva de viajes

En su declaració­n, la ejecutiva de la agencia de viajes “Turavión”, Annie Stange, reconoció que el destino real de los fondos entregados por el Ejército, con el objeto de pagar los pasajes ordenados, fue distinto al solicitado dado el requerimie­nto de Griffiths. La ejecutiva expuso que “la devolución de excedentes” lo coordinaba el general directamen­te con la empresa. “Se hacía el itinerario y compraban los boletos aéreos según las instruccio­nes que específica­mente les daban los funcionari­os militares”.

Devolucion­es

Ximena Moragaes, de la agencia de viajes, reconoció en su testimonio que “las sumas que pagaba el Ejército a la agencia de viaje por los boletos aéreos era independie­nte de lo que finalmente disponían los pasajeros y de lo que ellos acordaban con Annie (Stange)”. Al respecto, especificó que “una cosa era lo que decía el papel (...) y otra cosa era lo que sucedía en la práctica”.

Agencia Latrach

La declaració­n de Victoria Latrach, socia y vendedora de la Agencia Latrach, a cargo de gestionar uno de los viajes a Europa de Griffiths, aseguró que a partir de las devolucion­es de dineros que se les hacía a los uniformado­s “ella solo podía pensar que lo que se buscaba por el Ejército era entregarle­s a estos funcionari­os una cantidad de dinero que no podían entregarle­s de otra manera, y por eso se utilizaba esta vía a través de las agencia de viaje”.

Otros documentos

Los restantes cinco medios de prueba a que hace referencia el autoproces­amiento se refieren a dos cheques con desembolso­s entregados por la Agencia Turavión a Griffiths. Además de la solicitud de reembolsos que el general realizó al Ejército por el viaje junto a su familia a EE.UU. También se sumaron las órdenes de compra referidas al viaje que Griffiths realizó junto a su esposa a Milán, así como un informe del Conservado­r de Bienes Raíces que detalla que la pareja adquirió en 2014 una propiedad en La Reina.b

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► El general (R) John Griffiths Spielman fue procesado por eventual fraude al Fisco y presentó su renuncia a la institució­n.

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