Postergación de canal cultural en TVN
Ante la falta de definiciones estratégicas y las cuantiosas pérdidas que arrastra el canal, la medida resulta acertada.
El director ejecutivo de TVN, durante su exposición ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, señaló que la implementación de la señal cultural se encuentra “postergada” por decisión del directorio, debido a la crisis financiera por la que atraviesa el canal. Según el ejecutivo, dicha decisión será revisada una vez que se estime que la situación financiera se encuentra estabilizada.
En virtud de la ley de capitalización, el canal recibirá hasta US$ 47 millones para el financiamiento de proyectos de inversión, más otros US$ 18 millones para poner en marcha esta nueva señal orientada a contenidos culturales, también conocido como “Canal Dos”. Pero los números rojos que arrastra TVN -al segundo semestre registró pérdidas por más de $ 9 mil millones- han tendido una justificada interrogante sobre la viabilidad de su proyecto, lo que probablemente ha llevado a que el Ministerio de Hacienda haya dilatado la entrega de los fondos contemplados en la ley, a la espera de un plan estratégico que dé razonables garantías de que dichos recursos no caerán en un saco sin fondo.
Es un signo de prudencia que, ante este incierto escenario, se haya postergado la implementación de la nueva señal cultural, porque resulta obvio que sin una claridad estratégica de hacia dónde debe orientarse TVN, capaz de capturar a las nuevas audiencias en medio de un cambio radical en los paradigmas televisivos, es previsible que su señal cultural corra idéntica suerte, lo que supondrá una fuerte pérdida patrimonial para los contribuyentes y de paso abrirá la puerta para nuevas capitalizaciones por parte del Estado, alterando el modelo de autofinanciamiento seguido hasta ahora. Las presiones de algunos sectores políticos -especialmente de oposición- para que se siga adelante con el canal cultural y con la capitalización es una intromisión imprudente, que usurpa las funciones que caben al directorio.
Pero pese a esta saludable prudencia de postergar el canal cultural, siguen habiendo señales contradictorias desde TVN, que refuerzan la suspicacia de que estos lineamientos estratégicos no están suficientemente definidos. Así, mientras el presidente del directorio está abierto a la idea de que el canal externalice parte o el total de sus producciones, el director ejecutivo ha dado señales más ambiguas en relación a esa materia, adelantado que vendrán reducciones de personal. No cabe duda de que la estación deberá empeñarse en un celoso control de costos, lo que evidentemente pasa por revisar sin prejuicios los mejores modelos que permitan ahorrar, donde la tercerización es hoy en día una de las alternativas, por lo demás ya implementadas por algunos canales de la competencia. Contar con una planta y sistemas de producción que vayan de acuerdo a los estándares del mercado sería una medida acertada y en la línea de hacer un canal rentable.
Es lamentable en todo caso que en este debate sobre el futuro de TVN no se ponga sobre la mesa la pertinencia de crear un nuevo canal cultural, en circunstancias que podría ser mucho más eficiente que TVN -en virtud de la misión pública que la ley ya le confiere- subcontrate contenidos de alta calidad conforme las necesidades que vaya definiendo, lo que podría representar un paso sustancial en mayor eficiencia.