Documental aborda el epílogo de los secuestros de Boko Haram
HBO estrena Stolen daughters, que sigue a las jóvenes liberadas del grupo terrorista africano. Aquí, hablan sus realizadoras.
Como suele pasar, Occidente se llenó de buenos deseos y declaraciones de intenciones cuando el 14 de abril de 2014, 276 niñas y jóvenes del poblado de Chibok, en Nigeria, fueron secuestradas por el grupo terrorista Boko Haram. La campaña #BringBackOurGirls (“devuelvan a nuestras niñas”) se expandió por el mundo y por redes sociales, desde la familia Obama en la Casa Blanca hasta el gobierno de Michelle Bachelet en Chile, pasando por algunas de las principales celebridades del planeta, desde Beyoncé hasta Kim Kardashian.
Y, como también suele pasar, las campañas solidarias rápidamente se desvanecieron, y la noticia dejó de ser parte importante de la agenda. Solo actualizaciones esporádicas: en los años siguientes, se logró rescatar o negociar la liberación de más de 150 de las secuestradas, incluyendo una masiva liberación de 80 jóvenes el año pasado. Pero aún 112 permanecen desaparecidas.
Lo que pasó con el caso una vez que el mundo dejó de mirar
“Queremos generar un impacto. Al final del día , estas niñas siguen solas”. SASHA ACHILLI DIRECTORA
a Nigeria es el foco del documental Stolen daughters: secuestradas por Boko Haram, que HBO estrena este lunes a las 22 horas. En el registro, las ganadoras del Emmy Sasha Achilli y Karen Edwards entrevistan a algunas de las sobrevivientes y sus familias, para retratar cómo se recuperan del trauma más grande de sus vidas, y también cómo funciona el temido grupo extremista africano.
“En 2014, el gobierno nigeriano de turno se me acercó anunciando que existía la posibilidad de recuperar a algunas de las chicas, por si me interesaba cubrir la historia. Resultó ser un esfuerzo infructuoso. Me empezó a quedar claro que solo les interesaba que se hicieran públicos sus intentos por rescatarlas, y como periodista me sentí incómoda de participar de esa propaganda, así que me negué”, comenta Edwards.
Tres años después, Edwards y Achilli vieron la posibilidad de contar la historia de forma más objetiva tras la liberación de las 80 jóvenes y decidieron hacer el documental. “Fue una tarea muy difícil, porque el gobierno solo nos dejó grabar si es que no les preguntábamos nada sobre lo que pasó en su cautiverio”, dice Achilli. “Pero sí están las llamadas ‘niñas olvidadas’, las que fueron secuestradas y liberadas sin un caso mediático, y no tienen ningún acuerdo con el gobierno. Ellas pudieron contarnos todos los detalles de su experiencia. Y también están las familias de las niñas que nunca fueron liberadas, muchas resignadas a no verlas nunca más, porque algunas de las secuestradas fueron radicalizadas y ahora forman parte de Boko Haram”, agrega.
Para las realizadoras, un objetivo fundamental del documental es volver a destacar esta historia. “Queremos generar un impacto. Al final del día, estas niñas siguen solas. Una quiere hacer más, pero no sabes cómo. Y aún así, estas chicas se mantienen como las mujeres más fuertes que haya conocido”, concluye Achilli.b