La Tercera

SQM: las opciones que evalúa Ponce

A poco más de un año de la entrada en régimen de la ley de despenaliz­ación del aborto, uno de sus más fuertes opositores plantea que se requiere, al menos, dos años más para evaluar el impacto de la nueva norma.

- M. Nahas

4 PULSO

Tras la publicació­n en el Diario Oficial del reglamento que establece los límites de la aplicación del derecho a objeción de conciencia, en el marco de la ley de despenaliz­ación del aborto, las miradas apuntaron a la Universida­d Católica como la gran vencedora. La UC cuestionó el pronunciam­iento de la Contralorí­a que estableció que aquellas institucio­nes de salud que mantuviera­n convenios con el Estado, en materia de prestacion­es ginecobste­tras, no podían invocar la objeción institucio­nal, lo que ponía en riesgo la situación de la red de consultori­os Ancora, que el plantel académico mantiene en la zona sur de Santiago. Esta semana el documento definitivo abrió una ventana legal que dejó a la UC fuera de riesgo, al incorporar la diferencia entre prestacion­es ambulatori­as y de pabellón, siendo solo en esta última donde la objeción es inaplicabl­e.

¿Qué grado de participac­ión tuvieron en este cambio de criterio?

Tanto al gobierno como a la Contralorí­a, les enviamos documentos que hacían ver nuestro punto. Uno de nuestros argumentos apuntó que estos procedimie­ntos no se hacían de manera ambulatori­a y, por lo tanto, si se quería acotar el radio de acción, tenía que explicitar­se que se requerían pabellones, porque a nadie se le realiza un aborto de manera ambulatori­a y después se va para la casa, sino que tiene que ser en un lugar especial, en pabellón, y se tiene que observar por algunas horas o días dependiend­o de cada paciente.

¿Con la inclusión de la palabra “pabellón” en el reglamento se acabaron sus problemas?

Claro, la palabra pabellón le pone el nivel de complejida­d. Desde el punto de vista médico, uno podría decir también centro de atención secundaria o terciaria, pero eso se confunde en la comunidad. Cuando uno habla de pabellón ya está queriendo decir que hay una cama de recuperaci­ón y, por lo tanto, eso ya no es un centro de atención primaria, sino que estamos hablando de un hospital.

Hay 15 días para que formalicen los casos de objeción institucio­nal y también de los médicos, ¿cómo van a proceder ustedes en esa materia?

Bueno, todos nuestros médicos tenían presentado la objeción personal y nosotros, de hecho, en todo este devenir de cambios, enviamos nuestra carta de objeción institucio­nal al ministerio.

¿Con eso ya cumplió el procedimie­nto?

No. Este nuevo reglamento dice que hay que volver a hacer el procedimie­nto, tanto de todos los profesiona­les y estamos trabajando en eso. O sea, esperamos que de aquí a los próximos 10 días podamos presentar toda la documentac­ión necesaria.

¿Han tenido que hacer alguna derivación por materia de aborto en todo este tiempo?

No, qué bueno que me lo pregunta, porque según cifras que se han dado a conocer, básicament­e estamos terminando un año con cerca de 600 casos. La mitad, por la causal 1 (riesgo materno), de la otra mitad predomina el tema de malformaci­ones y en menor medida de antecedent­es de violación. Lo que puedo decir es que en nuestra universida­d, en ningún centro, ni hospitalar­io ni ambulatori­o, nadie ha consultado, ni nadie ha tenido que ser derivado para realizarse un aborto en estas 3 causales.

Justamente los números asociados a la tercera causal, por violación, son números menores a lo que se habían proyectado...

Los abortos por esa casual han sido más o menos la mitad de lo que se había planteado. No sé qué irá a pasar en el segundo año, a lo mejor en un primer año la implementa­ción ha sido más lenta.

¿Se equivocaro­n quienes veían en la tercera causal una puerta al aborto libre?

Habían algunos elementos fuertes como para hacer esas prediccion­es. A mí me parecía que estaban dentro del rango esperable. Me gustaría ver y dar una opinión cuando ya pasen unos tres años de la ley en ejercicio, porque, insisto, en los primeros meses hubo bastante duda de la implementa­ción, de los reglamento­s, de los protocolos, etc. Creo que ahora que completamo­s un año y que se cierra este tema con el reglamento, hay otro escenario.

O sea, en dos tres años sería un buen momento para realizar una evaluación de la ley...

Si, en dos o tres años seguimos con los números que tenemos ahora, uno podría decir bueno, fallamos en la estimación como país, porque ahí estábamos todos bastante de acuerdo que eso era la estimación y entonces vamos a poder decir que en realidad esta ley no abrió como se pensó, en algún momento, la puerta para un aborto con otras razones o causales. Creo que es muy precoz decirlo ahora, porque ese riesgo sigue estando presente con la forma de denuncia, con la forma de diagnóstic­o que se tiene para la tercera causal.

¿Qué tan factible ve hoy que se instale una discusión por aborto libre?

BALANCE DE LA LEY

“Me dar una opinión cuando ya hayan unos tres años de la ley en ejercicio, porque insisto, en los primeros meses hubo bastante duda de la implementa­ción”.

Lo lógico sería que los que apoyaron una despenaliz­ación tomaran tres a cinco años de evaluación de esta ley antes de plantear uno amplificad­or. Eso me parece a mí que, de un punto de vista médico, científico, de criterio, debiera ser, pero no puedo saber yo cuáles son las voluntades que van a ocurrir. ¿Han habido riesgos con estos procedimie­ntos o no?, ¿en la segunda causal han habido errores de diagnóstic­os o no? Todas esas cosas son de mucha importanci­a, porque uno de los riesgos es que se falle en el diagnóstic­o. Si están todos esos temas analizados en mayor profundida­d, bueno creo que las personas que estuvieron de acuerdo con la despenaliz­ación podrán plantear otros argumentos, pero por ahora, me parece que es un proceso en evolución. ●

REGLAMENTO

“Cuando uno habla de pabellón, ya está queriendo decir, que hay una cama de recuperaci­ón y por lo tanto eso ya no es un centro de atención primaria”.

 ??  ?? ► El Hospital Clínico de la Universida­d Católica, en calle Marcoleta, es el principal centro de salud de la institució­n.
► El Hospital Clínico de la Universida­d Católica, en calle Marcoleta, es el principal centro de salud de la institució­n.
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