“Fue un shock de energía y desparpajo”
1 Era el año 1998 y la publicación de Los detectives salvajes cayó como un meteorito que sacudió el ambiente literario nacional. Compré el libro en la antigua librería Altamira de la calle Huérfanos. Había leído cuentos y crónicas de Bolaño. Me llamaba la atención -además de su literaturasu carácter, su postura poco cómoda e insolente. Al leer Los detectives salvajes entendí cuestiones fundamentales de Bolaño: la primera, era que escribía con una pericia insólita, con una soltura y un aliento únicos. Lo otro, fue constatar que Bolaño pertenecía a la cultura mexicana. Y, lo determinante para mí, fue ver el vínculo que tiene Bolaño con la poesía y los poetas, lo que ya estaba presente en su novela Estrella distante.
2 Más que una novela rupturista en el aspecto formal, creo que su aporte fue hacer de la literatura un relato de aventura, y de los escritores personajes de interés, sujetos capaces de conmover por sus deseos y su falta de responsabilidad. Creo que Los detectives será leída por generaciones y generaciones de lectores que aspiran a conocer por dentro la literatura, cómo se vive imbuido en ella, en su frecuencia.
3 Bolaño fue un shock de energía y desparpajo en unos años en que abundaban las novelas para caballeros caballerosos, salvo excepciones como Marín, Wacquez y Fuguet. Sin duda su obra repercutió en la aparición de autores como Alejandro Zambra y Alvaro Bisama, por nombrar solo dos que digirieron y escribieron de Bolaño con inteligencia.