Tiroteo en sinagoga en EE.UU. deja al menos 11 muertos
El atacante se encuentra detenido y el departamento de Justicia dijo que será procesado por cargos antisemitas.
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Estados Unidos fue testigo de otro tiroteo. Esta vez un hombre abrió fuego ayer en una sinagoga de la ciudad de Pittsburgh, dejando al menos 11 muertos y seis heridos, antes de ser detenido. Medios locales reportaron que el atacante gritó insultos antisemitas durante el incidente en la sinagoga Árbol de la Vida, donde decenas de personas celebraban el shabat judío y también se llevaba cabo la ceremonia de nombramiento de un menor (símil del bautizo católico).
El ataque ocurrió a diez días de las elecciones legislativas en el país, cuya campaña ha estado marcada por un clima electoral polarizado y el envío de paquetes con bombas caseras a distintas figuras demócratas.
El Presidente Donald Trump -que se preparaba para un acto de campaña en Indiana- denunció un clima de “odio” en el país y señaló que “definitivamente” parece ser un crimen antisemita, a la vez que lamentó que estos sucesos “sigan pasando” en el país. “Lo que ha pasado hoy es horrible. Todavía estamos aprendiendo de ello, y mucho”, dijo el mandatario. Mientras que su hija Ivanka, convertida al judaísmo, en su cuenta de Twitter condenó lo que llamó un ataque “depravado”.
Múltiples medios identificaron al tirador como Rob Bowers, un residente de Pittsburgh de 46 años cuyas publicaciones las redes sociales estaban repletas de comentarios antisemitas. De hecho, culpó a los judíos de ayudar a transportar a los migrantes de la caravana que se dirige desde países centroamericanos hacia EE.UU.
El sospechoso, un asiduo a la red social Gab, muy popular entre los grupos supremacistas del país, entró al centro religioso armado con un rifle de asalto y varias pistolas. Las autoridades confirmaron que el agresor está bajo custodia policial y que fue trasladado a un hospital para recibir tratamiento médico.
El departamento de Justicia dijo que Bowers será procesado por cargos antisemitas y que arriesga la pena de muerte.
Michael Eisenberg, ex presidente de la congregación y quien vive a una cuadra de distancia, dijo a la agencia The Associated Press que se preparaba para ir al recinto cuando vio la presencia policial. “Salí corriendo de la casa y vi la calle bloqueada por patrullas policiales. Fue algo surrealista. Y alguien me gritó: ¡Sálgase de allí! y me di cuenta que era un policía. Estoy seguro de que conozco a todas las víctimas, lo que queda es esperar”, declaró Eisenberg.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su pesar y solidaridad con Estados Unidos, asegurando que estaba “afligido y consternado por el ataque”.
Se trata del último incidente de tiroteo en Estados Unidos, donde las armas de fuego están vinculadas a más de 30.000 muertes anuales. Según la Liga Anti-Difamación, el de ayer se encuentra entre los peores contra la comunidad judía en Estados Unidos.
Durante los últimos 10 años en EE.UU. ha habido tiroteos masivos en una iglesia de Texas (26 muertos), en una iglesia de feligreses afroestadounidenses en Carolina del Sur (nueve muertos), en dos centros judíos en Kansas City (tres muertos), en un templo sij en Wisconsin (seis muertos) y en una iglesia Unitaria en Tennessee (dos muertos).b