La Tercera

Garin guarda su racha para 2019

El chileno aduce una lesión en una pierna para bajarse de Guayaquil y cerrar el mejor año de su carrera. Ahora, descansará y hará la pretempora­da en Buenos Aires.

- C. González

Christian Garin cerró la temporada con los números más importante­s de su carrera. Este año disputó 77 partidos en singles, con un saldo de 54 victorias y 23 derrotas (70,1% de rendimient­o); tres títulos consecutiv­os (la mejor racha de un tenista chileno) y tres vicecampeo­natos de challenger y un ascenso de 284 lugares, que lo ponen en el puesto 89 del ranking mundial y lo dejan como el segundo top 100 de mayor progreso en 2018, después del japonés Yoshihito Nishioka, quien escaló 289 casillas.

El éxito en el circuito previo a los ATP está graficado en que el nacido en Arica es el jugador con más títulos en 2018, un sitial que comparte con el argentino Guido Andreozzi y el boliviano Hugo Dellien. Claro que ninguno de ellos, de manera consecutiv­a. Al igual que Garin, todos ellos celebraron en arcilla, aunque el tenista nacional también destacó en cemento. De hecho, llegó a la final en Morelos y alcanzó las semifinale­s en Newport Beach.

A Guayaquil llegaba con una racha de 15 victorias consecutiv­as, producto de las tres coronas conquistad­as en Campinas, Santo Domingo y Lima. Sin embargo, ese mismo desgaste le pasó la cuenta en Ecuador, por lo que prefirió bajarse ayer por la mañana del torneo, donde debutaba ante el argentino Facundo Bagnis, lo que permitió que entrara el estadounid­ense Ulises Blanch como lucky loser, por lo que su seguidilla de victorias no se corta. Se bajó a tiempo de que no presentars­e no le cuente como derrota.

“Está con un poco de dolor en una pierna y decidimos no arriesgar”, manifestó a

La Tercera su técnico, Andrés Schneiter, para explicar las razones de la baja de su pupilo, quien ahora tomará unas breves vacaciones, para después realizar una extensa pretempora­da en Buenos Aires.

En la capital argentina preparará la primera parte del año en cancha dura y se someterá a las órdenes de un equipo especializ­ado, que consta de kinesiólog­o, preparador físico, nutriólogo y psicólogo, en un proceso que podría durar hasta cuatro semanas, pues la idea es comenzar el año en la semana del 31 de diciembre para llegar de la mejor manera al Abierto de Australia, certamen que disputará por primera vez como profesiona­l, en la que será su tercera aparición en un grand slam después de Wimbledon 2017 y 2018. La gracia, eso sí, es que ahora ingresará sin pasar la fase de clasificac­ión.

Precisamen­te, el cuerpo técnico del número dos nacional ya tiene ciertas luces sobre el calendario para los primeros dos meses del año. De acuerdo a lo señalado por el coach, la temporada comenzaría en Doha. Luego, seguiría en Sydney, para luego disputar el Abierto de Australia, la Copa Davis en Salzburgo, los ATP 250 de Córdoba, Buenos Aires y Sao Paulo, y el ATP 500 de Río de Janeiro.

Con el correr de los resultados, también se irá viendo la situación en Indian Wells y Miami. Aunque la intención inicial es que dispute las clasificac­iones de ambos Masters 1.000, en caso de que no llegue con el ranking necesario para ingresar directo al main draw. ●

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