Gremio reclama la noche épica de River
Ante la Conmebol, presenta recurso por la infracción del suspendido Gallardo.
Lo sucedido la noche del martes en Porto Alegre rememora aquellas viejas jornadas épicas de la Copa Libertadores, esas que le dan un valor añadido al principal torneo de clubes del continente. River Plate estuvo hasta el minuto 82 abajo en la serie ante Gremio, pero le bastó una reacción postrera para instalarse en una nueva final continental.
La edición 2018 es la primera que tiene la asistencia del videoarbitraje. Y vaya que el VAR ha sido protagonista en la Libertadores, desde su inclusión en cuartos de final. Influyó en la definición de la llave entre brasileños y argentinos, porque el árbitro uruguayo Andrés Cunha usó el video para cobrar una mano del zaguero Bressan, quien en menos de 20’ tuvo una nefasta actuación, siendo expulsado.
A la hora de los reclamos, el técnico Renato Gaúcho no se guardó nada: “Me da mucha rabia quedar eliminado así. La Conmebol dice que gasta millones de dólares en el VAR, ¿para esto? Gremio fue robado… no está clasificado por el VAR”.
Pero otra situación inquieta al último campeón de la Libertadores, al presentar un recurso ante la Conmebol en contra de River apelando a una infracción cometida por el DT Marcelo Gallardo, quien vio el partido desde un palco por estar suspendido. Según Gremio, el Muñeco interfirió de forma directa en el juego al bajar al camarín de su equipo en el entretiempo y lo filmaron comunicándose con el asistente Hernán Buján mediante un handy, algo que no podía hacer.
El artículo 76 del reglamento de la Conmebol dice que “el director deportivo/entrenador, cualquier miembro del cuerpo técnico o restantes oficiales, sancionados con la suspensión de sus funciones, podrán presenciar los partidos en los cuales esté vigente su suspensión únicamente desde las gradas. No podrá acceder al vestuario, túnel, banca o área técnica antes ni durante el partido, ni podrá por ningún medio comunicarse con su equipo”.
Gallardo, quien debiera perderse las finales por infringir las reglas (se expuso a una pena mayor por condición agravante), reconoció su actuar: “Incumplí una regla, lo reconozco y la asimilo, y la asumo. Pero era lo que necesitaba, no me arrepiento para nada”. ●