La Tercera

La hora de las reformas

- Por Felipe Cáceres, Paula Catena y Alberto Labra

“Cuando ganamos las elecciones presidenci­ales, no fue solo un triunfo electoral, recibimos un mandato, una misión a cumplir”, sentenció el jueves 25 de octubre pasado el Presidente Sebastián Piñera, al abrir el último consejo de gabinete.

El mensaje del Mandatario no era casual. Ese día, fijó la hoja de ruta de su gobierno para los próximos meses con un énfasis especial: la necesidad de enviar cuanto antes al Congreso los proyectos que ha definido como fundamenta­les, contemplad­os en su programa de gobierno.

Ya ese día se sabía que era inminente el anuncio del proyecto de reforma a las pensiones, que Piñera concretó el domingo pasado en cadena nacional. Así, ponía sobre la mesa la segunda de sus principale­s prioridade­s legislativ­as, tras el envío al Parlamento de la modernizac­ión tributaria en septiembre.

El martes pasado, el Mandatario redobló su apuesta al plantear los ejes que contendrá la reforma que pretende realizar al sistema de isapres. El anuncio -hecho por Piñera tras recibir una pregunta en un matinal de TV- no dejó de causar sorpresa en las huestes oficialist­as, dado que el principal objetivo de la semana era difundir los alcances de la reforma previsiona­l. Durante la jornada, la vocera Cecilia Pérez precisó que la iniciativa se presentará durante noviembre. Y aunque después en Palacio han matizado que puede ser que el proyecto termine ingresando en diciembre, confirman que es la tercera de las cinco reformas fundamenta­les que im- pulsará La Moneda en esta etapa, junto al proyecto de modernizac­ión laboral y todas las iniciativa­s emanadas de la comisión de trabajo sobre Seguridad Ciudadana convocada por el Mandatario en marzo.

“Pasada una primera etapa dedicada a enfrentar situacione­s sociales urgentes, como la crisis del Sename, por ejemplo, entramos a una etapa de desarrolla­r las reformas fundamenta­les de nuestro programa de gobierno”, subraya el secretario general de la Presidenci­a, Gonzalo Blumel. “Sin duda que estamos con un mayor despliegue legislativ­o”, destaca, en tanto, el titular del Interior, Andrés Chadwick.

En Palacio son consciente­s de que el diseño plantea un riesgo que hay que saber sortear: echar a andar en paralelo reformas de gran magnitud en un Congreso donde el oficialism­o es minoría en ambas cámaras.

“(La decisión) también tiene en considerac­ión la agenda legislativ­a y los tiempos que toma la tramitació­n de los proyectos para efectos que no vayan estorbando unos con otros”, asegura el jefe de gabinete. Blumel, en tanto, apunta al desafío que significa este escenario para la oposición. “Este es un momento para que definan qué tipo de oposición quiere ser: una que esté dispuesta a construir acuerdos en tor-

no a aquellos temas que son fundamenta­les para la ciudadanía, o ser una oposición dedicada a rechazar todos los proyectos simplement­e porque son del gobierno”, dice.

En La Moneda subrayan que se trata de proyectos que suponen tramitacio­nes largas. Para la reforma previsiona­l, por ejemplo, auguran un debate que fácilmente puede extenderse durante un año. La modernizac­ión tributaria, en tanto, aspiran a aprobarla durante el primer semestre, para que esté vigente para la discusión del Presupuest­o 2020.

Ante ese escenario, advierten en Palacio, no había espacio para una estrategia distinta. El propio Piñera ha transmitid­o que hay que sacar adelante el programa en los dos primeros años, porque en 2020 están las elecciones de gobernador­es regionales, alcaldes y concejales. Además, afirman que juega a favor que la aprobación a la figura del Mandatario se mantiene cerca del 50%, dándole capital político para enfrentar negociacio­nes complejas.

En términos comunicaci­onales, eso sí, en el Ejecutivo reconocen que es más difícil tratar con varios proyectos a la vez. Esto, explican, porque la ciudadanía puede tender a confundirs­e y la oposición a “aprovechar­se” de esa confusión para sacar réditos. Por esa razón, añaden en Palacio, es relevante hacer bien las bajadas comunicaci­onales y no dejar margen a errores.

Respaldo oficialist­a

En el primer año de su segundo gobierno, Michelle Bachelet también apostó por tres reformas que ella definió como “estructura­les” -tributaria, educación superior y fin del binominal-, las que fueron aprobadas antes de marzo de 2015. En el oficialism­o, sin embargo, descartan que se pueda establecer un paralelo entre ambas situacione­s.

“Son modificaci­ones legales, son avances importante­s, pero no está ese aire refundacio­nal que pretendía instalar la Nueva Mayoría cuando creía aún que iba a cambiar la historia de Chile”, sostiene el timonel de RN, Mario Desbordes, quien no ve inconvenie­ntes en instalar estos debates en paralelo. “Me parece bien que las reformas se pongan ahora sobre la mesa. El gobierno son solo 4 años y ya se ha consumido casi uno legislativ­o”, añade.

En una línea similar se plantea el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte. “Creo que (la estrategia del gobierno) está en el amplio camino de al medio entre la sequía y el frenesí”, asegura. “Hay dos grandes reformas que van a estar, de una u otra manera, en un proceso simultáneo, que es tributaria y previsiona­l, y creo que si el gobierno continúa con un diseño basado en acuerdos, es posible alcanzar negociacio­nes como ocurrió en Aula Segura”, complement­a.

Para la timonel UDI, Jacqueline van Rysselberg­he, un factor fundamenta­l para avanzar en estas iniciativa­s es contar con el respaldo ciudadano, como sucedió en la votación de Aula Segura en el Senado.

“Si no logramos el apoyo de la opinión pública, es difícil que la oposición se allane a aprobar (las reformas)”, dice la senadora. Consultada sobre la simultanei­dad planteada por el Ejecutivo, señala que “me llamó la atención, pero no sé cuál es la estrategia que hay detrás. Sin haberlo conversado, creo que la única posibilida­d que tenemos nosotros para que nos aprueben las reformas es que sintonicem­os con el sentido común de la gente, y a lo mejor es más fácil hacerlo con el tema de isapre que con el de pensiones”.

Ventajas y riesgos

“Ahora es cuando”, dice el decano de la Facultad de Artes Liberales de la UAI, Francisco José Covarrubia­s, al analizar el timming elegido por el gobierno para echar a andar las grandes reformas. “No sé si es buena o mala estrategia, pero es la única estrategia posible”, pondera, subrayando, entre otros factores, el capital político que hoy tiene Piñera.

La oportunida­d también es respaldada por Gonzalo Müller. “La lógica de los gobiernos de cuatro años, donde solamente hay dos años que no son electorale­s, me hace todo el sentido que sea al inicio y no al final cuando se planteen las reformas que un gobierno de verdad tiene voluntad de sacar adelante”, dice el docente de la Facultad de Gobierno de la UDD.

Respecto a los riesgos de este plan, el profesor del Instituto de Filosofía de la UDP, Hugo Herrera, plantea que “tener todas las reformas juntas, efectivame­nte, tiene un riesgo, que es que generen ataques combinados (de la oposición), pero en la medida en que sean reformas inteligent­emente planteadas, creo que se pueden romper esos frentes”.

El abogado UC Gonzalo Cordero, en tanto, dice que “el mayor riesgo es que se genere una dinámica que obligue al gobierno a negociar el apoyo con parte de la oposición en un paquete, que haga resignar aspectos esenciales de los proyectos”.

“El gobierno se juega todo en la reforma previsiona­l”, finaliza Covarrubia­s. “En todos los países, suelen ser tremendame­nte costosas de hacer, la gente se pone muy nerviosa, las pasiones brotan fácilmente, hay que acordarse que Ortega estuvo a punto de caer en su dictadura, que Putin recibió protestas cuando hacía años que no había protestas en Rusia, por el tema previsiona­l, por lo tanto, este tema es un tema extremadam­ente complejo para el gobierno”, advierte el columnista.

Para antes de fin de año, La Moneda estima que estarán tramitándo­se en el Congreso cinco iniciativa­s fundamenta­les de su programa de gobierno. La voluntad de concretar los ejes centrales de la segunda administra­ción de Sebastián Piñera, antes del periodo electoral que se inicia en 2020, justifica una estrategia que es respaldada por el oficialism­o y en la que analistas políticos advierten ventajas y riesgos.

 ??  ?? ► Piñera intentará promulgar sus reformas antes de las elecciones de alcaldes y gobernador­es.
► Piñera intentará promulgar sus reformas antes de las elecciones de alcaldes y gobernador­es.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile