DESAFÍOS DE LA NUEVA CARRERA DOCENTE
Es necesario abordar una serie de materias para que las positivas sensaciones que está provocando esta política docente se traduzca en mejores resultados educativos.
La semana pasada, este medio publicó los resultados de una encuesta que Elige Educar realizó entre docentes que ejercen en el sector municipal, la que arrojó una sensación mayoritariamente positiva respecto a los primeros años de implementación de la nueva ley de Carrera Docente. Entre otros hallazgos, se resalta que un 82% de los encuestados señaló haber experimentado un alza en su remuneración, así como también que un 54% reconoció haber experimentado un aumento en sus horas no lectivas de trabajo, es decir, en el tiempo disponible para preparar clases, corregir pruebas, atender a apoderados y otras labores que se realizan fuera del aula.
Lo anterior es una buena noticia y muestra que la Carrera Docente estaría atendiendo a las quejas de los docentes producto del “agobio laboral” del que dicen sufrir. No obstante, cabe preguntarse por los efectos que esta ley tendrá sobre el desempeño docente y los aprendizajes de los estudiantes, objetivos últimos de esta iniciativa, que significará un gasto de más de US$ 2.500 millones en régimen. Si bien aún es muy pronto para sacar conclusiones, hay algunas preocupaciones que la ley no aborda correctamente.
En primer lugar, no es claro que los aumentos en las remuneraciones docentes vayan a producir un mejoramiento escolar, toda vez que éstos se asocian principalmente a un aumento de la Bonificación de Reconocimiento Profesional, asignación que reciben los docentes por tener un título profesional, así como también a las nuevas Asignaciones por Tramo, que dependen de los resultados del profesor en una evaluación centralizada que lleva a cabo el Ministerio de Educación (Mineduc). En relación con el título profesional, diversas experiencias y evidencia muestran que éste por sí sólo no asegura un mejor desempeño docente; de hecho, una de las dificultades para mejorar la enseñanza, es que en general las características observables de los profesores -como el tener un títulono son buenos predictores de su desempeño. Asimismo, es posible que la evaluación centralizada que efectúa el Mineduc sea incapaz de reconocer aquellas prácticas que se asocian a un desempeño sobresaliente en la sala de clases. Parece cuestionable que el mero aumento de las remuneraciones se traduzca en un mejor desempeño, en tanto no se relacione con las conductas que efectivamente tienen un impacto positivo en los aprendizajes de los estudiantes.
En segundo lugar, hay una preocupación por la gradualidad en la incorporación de los docentes a la nueva Carrera Docente. Mientras los profesores que ejercen en establecimientos municipales ya se han incorporado al nuevo sistema, la ley establece que los profesores del particular subvencionado recién ingresen en 2026, o excepcionalmente, que puedan postular a ingresar desde el próximo año. Ello significa que hoy el Estado remunera mejor a un profesor que ejerce en el sector municipal que a uno del sector particular subvencionado, independiente de su desempeño y de las condiciones en las cuales ejerce. Desde que la ley define las mismas obligaciones para ambos tipos de colegio, es improcedente que no se les entregue el mismo financiamiento.