Conclusiones de comisión “Todos al Aula”
Es valioso el énfasis en simplificar la actual presión administrativa y regulatoria que pesa sobre las escuelas.
La semana pasada concluyó el trabajo de una comisión convocada por el Ministerio de Educación en el marco del plan Todos al Aula, en la que participaron diversos especialistas, y que surgió como respuesta del gobierno a la excesiva sobrecarga burocrática que hoy recae sobre los directores escolares, que les impide destinar su tiempo al mejoramiento escolar. La importancia que el mismo Presidente la República le ha dado a este tema marca una diferencia sustantiva respecto a la administración anterior, cuya reforma educacional se basó en la desconfianza hacia las comunidades educativas y que por ello apuntó precisamente a disminuir los espacios de acción de sostenedores y directivos, entregándole en cambio al Estado un rol protagónico en materias como la admisión escolar, la aplicación de sanciones como la expulsión y un mayor control sobre el uso de los recursos, bajo el argumento de evitar el lucro.
El trabajo de la comisión se plasmó en un informe que entrega 46 propuestas dirigidas a simplificar y coordinar la presión administrativa y regulatoria sobre las escuelas, generar mayor confianza y lograr un mejor equilibrio entre la entrega de autonomía para los establecimientos, la necesaria rendición de cuentas, y una adecuada fiscalización y apoyo por parte del Estado.
Entre las propuestas que parecen tener un mayor potencial, están aquellas que buscan simplificar y fundir las diversas rendiciones de cuenta de cada tipo de subvención y los distintos planes que la ley exige a los establecimientos escolares, de manera que éstos deban realizar un único plan orientador de la gestión estratégica de la escuela. La idea es que este plan sirva como guía pedagógica y de gestión interna, con metas medibles y que ayude a orientar el uso de los recursos que cada escuela recibe. Con esta propuesta se dejaría atrás la lógica parcializada con que opera la ley actual y en cambio se reconoce que la administración de los recursos por parte de cada establecimiento se realiza desde un marco de planificación común y continuo.
Otra de las propuestas más audaces del informe dice relación con ir entregando gradualmente una mayor autonomía a las escuelas de buen desempeño. Esto, por un lado, en la línea de restituir las confianzas dentro del sistema escolar, así como también, para permitir que el Sistema de Aseguramiento de la Calidad pueda concentrar sus esfuerzos en aquellos establecimientos con resultados insatisfactorios, que requieren de más apoyo. En este contexto, son también importantes las recomendaciones de modernización y simplificación de las plataformas a través de las cuales se dispone la información de y para las escuelas, lo que permitirá ponerlas al servicio de la educación, y también las propuestas para mejorar la coordinación y articulación del Sistema de Aseguramiento de la Calidad y reducir la discrecionalidad de la Superintendencia.
Además del trabajo de esta comisión, en paralelo se llevó a cabo una consulta pública entre docentes y directivos y diversos encuentros en cada una de las regiones del país. De esta forma, el siguiente paso del plan Todos al Aula recae sobre el gobierno, que deberá avanzar en la materialización de las propuestas.