Una desdibujada Selección cae ahora en casa
Chile cae en Rancagua frente a Costa Rica, con niveles individuales muy bajos y con un desorden desde la banca que desdibujó al equipo. Muy preocupante. El cuadro centroamericano llegó a estar arriba por tres goles. Alexis y Vidal decepcionan, Paredes con
66-68
No hay cuadro estadístico ni gráficas salvadoras. No hay video de Bielsa ni nada que pueda justificar la pobre noche de Chile ante Costa Rica. La Roja perdió en Rancagua ante un equipo que venía de nueve partidos sin ganar y con un técnico interino. Reinaldo Rueda tiene muchas preguntas que responder, escritas o no. Muchas dudas que resolver, todas futbolísticas, de esas que tanto quiere escuchar.
El Teniente aguardaba por una fiesta. El deseo de ver a la Roja otra vez en tierras locales. Había ambiente y ganas. Solo faltó la Selección. Porque Costa Rica sorprendió de entrada, con un planteamiento incómodo, con una presión en campo rival. Y con esa simple idea, la Roja se desdibujó.
Las imprecisiones se multiplicaron. Claro, a Chile le faltaba un conductor. Lo que hoy llaman el primer pase. Medel y Pulgar (ni hablar de los centrales) no eran capaces de generar una salida limpia. El equipo de Rueda, por ende, se partió. Y también se desordenó. Ansioso por agarrar una, Arturo Vidal retrocedía hasta la zona de los zagueros, a la posición del lateral, incluso. Y Alexis Sánchez dejó de lado lo de ser alero izquierdo para asumir como una especie de conductor a la fuerza. Demasiado impreciso, eso sí, ofuscado con sus compañeros y consigo mismo.
¿Junior y Paredes? Nada, ni siquiera para comentar. El primero repudiado por el publico y el segundo, incapaz de aguantar una pelota. Inconexo. Se quedó en el homenaje, al parecer.
Si bien Chile estuvo a nada de abrir la cuenta, por un remate de Alexis que sacó Calvo en la línea, la justicia se le dio a los ticos. Tanta búsqueda de estatura en los centrales, para que en un córner Waston anticipe a Roco en el primer palo (35’). Ventaja merecida, en todo caso, para irse al descanso.
Rueda no fue capaz de darle otro rostro a su escuadra. La lesión de Roco, después del primer tanto, hizo que el DT ubicara a Medel como central. La banca se jugó por Opazo en lugar de Junior, adelantó a Isla y fue a buscar el empate. Un mal chiste. Costa Rica ni se inmutó. Y no solo eso, sino que firmó la humillación, con dos goles en cinco minutos: el segundo de Waston y un contragolpe fulminante cerrado por Matarrita. A los centroamericanos no les interesaba tener la pelota, no era necesaria para dañar.
La paciencia en Rancagua se agotó. Ni siquiera el descuento de Vegas (70’) salvó el pellejo del entrenador. Los gritos exigiendo su renuncia se multiplicaron y la cara del colombiano era de funeral. Para hacer la cosa más amarga, Alexis falló un penal. Todo negro, todo triste en El Teniente.
Qué puede decir Rueda. ¿Hablará de renovación? ¿De homenajes a veteranos? ¿Hablará de jugadores 500% de selección? Al día siguiente de su presentación más bizarra frente a los medios, el equipo le hizo la peor jugada. ¿El descuento de Alexis sobre el final del partido? Solo una anécdota. Quizás para mostrar en alguna otra conferencia de prensa. ●