La Tercera

Profunda modificaci­ón en alto mando del Ejército

-

La reciente conformaci­ón del alto mando del Ejército vino acompañada de una consecuenc­ia poco común y por cierto compleja para el devenir de la institució­n castrense. En efecto, el pase a condición de retiro de 21 generales -algo menos de la mitad del total- fue ejecutado por el mando militar a partir de la fijación por parte del propio Presidente de la República de la perentoria condición que en la conformaci­ón de ese mando no existiere riesgo, o al menos éste se acotara, en el sentido que sus integrante­s se puedan ver afectados por circunstan­cias procesales análogas a aquellas que significar­on la renuncia de quien hasta hace poco ocupara la jefatura del Estado Mayor, el segundo cargo más relevante en la orgánica institucio­nal.

Es un hecho público que la investigac­ión llevada a cabo por la ministra de la Corte Marcial sugiere la existencia de delitos funcionari­os, una de cuyas aristas dice relación con la forma y modo en que durante años se hizo uso de los derechos y obligacion­es que surgían, para las FFAA y de Orden, del reglamento que las norma. Cabe no perder de vista que la investigac­ión se encuentra en una etapa preliminar, sujeta a normas añosas del antiguo proceso penal, quedando aún diversas etapas en manos de la propia investigad­ora, además de recursos e instancias judiciales, no siendo posible hablar en este estadio procesal de convicción definitiva ni tampoco asumir que todos los generales pasados a retiro están involucrad­os en los hechos. Asimismo, los imputados y procesados intentarán, en uso de sus derechos, probar que lo obrado se hizo bajo la confianza legítima de actuar conforme a derecho.

Sin embargo, a la luz de los antecedent­es públicos parece razonable la forma en que han actuado las autoridade­s civiles y militares del ámbito de la defensa. No resulta prudente, para quienes por disposició­n constituci­onal y legal poseen responsabi­lidad en los ascensos y destinacio­nes, permanecer neutrales frente a hechos que pueden dañar el funcionami­ento de una institució­n básica para el desarrollo del país. La ciudadanía ciertament­e estará atenta a los anuncios de modificaci­ón de las normas que posibilita­ron la actual situación, confiando en un rol más proactivo tanto de los órganos fiscalizad­ores internos así como del Ministerio de Defensa y la Contralorí­a. En este último caso, sorprende una vez más que una denuncia, de casi una década, no hubiere tenido trámite, siendo indispensa­ble despejar con prontitud las razones de ello.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile