Reconvertido en líder

Tomás Parraguirre es historia presente del vóleibol nacional. El opuesto fue una de las mayores figuras de la selección chilena que consiguió medalla de plata en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba. Pero Tomás Parraguirre es mucho más.

Con 27 años, es el hermano del medio de una familia de voleibolistas, junto con Matías y Vicente.

Seguro central de Manquehue y de las selecciones menores la partida de Sebastián Gevert, quien hace un tiempo renunció a jugar por la Roja, le tenía un nuevo futuro a Parraguirre. El técnico de las selecciones, Daniel Nejamkin lo reubicó como opuesto, descubriendo de manera casi casual a un jugador poolifuncional.

Tomás no sólo desempeña su función de buena manera, especialmente destacado por un ataque muy fuerte y un servicio que hace mucho daño, sino que también recuerda bien sus años como central: sabe meter los brazos para defender.

Junto a la presea de plata en Cochabamba, Parraguirre tiene en casa el oro como campeón de los Juegos Bolivarianos disputados en Perú en 2015, cuando se lograron victorias sobre Venezuela y Colombia.

Este año participó en México de la Copa Panamericana, que dejó a Chile a un paso (ante Colombia) de clasificar a Lima 2019, y en la Challenger Cup de Portugal.

Figura de Thomas Morus, el campeón de la Liga Nacional 2017, por estos días sigue en camino de revalidar la corona. Tras eso, casi con seguridad, volverá al Tunuyán, el equipo que defiende en la segunda división argentina.